A Red Bull y Max Verstappen no hay con qué darle. Ni siquiera las picantes semanas que debieron vivir sus integrantes desde que estalló el escándalo con su jefe de equipo Christian Horner, lo afectan cuando las luces rojas se apagan. Lo demostró en Bahrein, primera parada de la temporada, y este sábado en el Gran Premio de Arabia Saudita: Mad Max ganó con solidez y comodidad escoltado por el mexicano Sergio Checo Pérez, y terminaron todos abrazados en el festejo, como si nada hubiera pasado.
Max Verstappen en el podio del Gran Premio de Arabia Saudita. Foto: Giuseppe CACACE / AFPEl viernes se conoció que Helmut Marko estaba bajo una investigación de la empresa Red Bull por presuntas filtraciones a la prensa de la investigación que se realizó sobre Horner, y el propio asesor deportivo del equipo reconoció que quizás no pueda ir a la siguiente carrera en Australia.
Esto motivó un gran apoyo de parte de Verstappen, quien declaró que su futuro en Red Bull dependía de la continuidad de Marko dentro de la organización, lo que marcó un claro contraste con sus palabras sobre el caso Horner.
Dentro de la pista, nada de eso se ve. Fue el podio número 100 de Mad Max en su carrera, la 56ª victoria y su novena consecutiva. Imparable.
«Esa temprana parada por el auto de seguridad nos obligó a manejar el ritmo. Acá no querés ir al límite, traté de ser más consistente. Estirar la diferencia cuando lo necesitaba y no tomar muchos riesgos», analizó Verstappen, que lógicamente lidera el Mundial de pilotos.
«Hemos progresado, pero ha sido una pena no haber estado en la primera fila de la parrilla en la calificación. Esta pista es muy distinta a la de Baréin -donde los Red Bull habían logrado idéntico resultado-, pero seguimos siendo fuertes», comentó Checo, nacido hace 34 años en Guadalajara (Jalisco).
El tercer cajón del podio fue para el piloto monegasco de Ferrari Charles Leclerc, que había compartido con Verstappen la primera línea de salida, y que llegó a más de 20 segundos del ganador del día, aunque pudo apuntarse el punto de vuelta rápida sobre el cierre.
Charles Leclerc y Oliver Bearman, los pilotos del fin de semana para Ferrari. Foto: JOSEPH EID / AFPEl español Fernando Alonso fue quinto, dos puestos por delante del joven piloto británico de Ferrari Oliver Bearman, quien cumplió con creces en su primer GP en F1 el reemplazo de urgencia del español Carlos Sainz Jr, convaleciente por una operación de apendicitis.
Bearman, que salió desde la undécima posición, se convirtió con 18 años, 10 meses y 1 día en el tercer piloto más joven de la historia en participar en un Gran Premio de Fórmula 1.
«Fue un fin de semana fantástico. Traté de focalizarme en el trabajo y conseguir los puntos para el equipo. Me ayudaron mucho los encargados de coaching, hicieron un gran trabajo conmigo. Me iba diciendo vuelta por vuelta en el sector donde podía ir mejorando», contó el habitual piloto de Fórmula 2.
«Hizo un trabajo increíble, ser séptimo en tu primera carrera en F1 es muy impresionante», lo ponderó Leclerc.
Hacia el final de la carrera, resistió la remontada de Lando Norris y Lewis Hamilton para cruzar la línea de meta delante de los experimentados pilotos. El público lo reconoció en la elección del ‘piloto del día’, en el que consiguió 48,3% de los votos, por delante de Hamilton (7.3%) y Kevin Magnussen (6,7%).
El australiano Oscar Piastri, de McLaren, terminó en cuarta posición, delante del Aston Martin de Alonso.
George Russell (Mercedes), Bearman, Lando Norris (McLaren), Lewis Hamilton (Mercedes) y el sorprendente Haas de Nico Hulkenberg completaron el top-10.
La próxima prueba, el Gran Premio de Australia, se disputará dentro de dos fines de semana en el circuito semi-urbano de Albert Park, en Melbourne.
Fuente: Agencias