Fueron momentos de zozobra los que se vivieron en el estadio Uno de La Plata. Se jugaban 27 minutos del partido que empataban Estudiantes y Boca cuando el futbolista chileno Javier Altamirano se descompensó y comenzó a convulsionar. Minutos después, el árbitro Echenique habló con los técnicos y los capitanes y decidió suspender el encuentro.
El Ruso Ascacibar fue el primero que llegó a ayudar a Altamirano. Cuando lo vio en el piso, comenzó a pedir ayuda de manera desesperada. Eduardo Domínguez se sumó corriendo y observó la situación. «El carro, no, que venga la ambulancia«, gritaba el DT cuando vio la gravedad del asunto.
Los compañeros miraban la situación desesperado. Romero se tapó la cara con su camiseta y rompió en llanto. Ascacibar estaba desconsolado. Cuando nadie se animaba a tocarlo para no empeorar la situación, la ambulancia ingresó: apenas habían pasado dos minutos que parecieron una eternidad y lo trasladó al Instituto Médico Platense.
Cuando Altamirano se iba trasladado, Enzo Pérez, uno de los referentes del grupo, no logró contener el llanto. El ex River se largó a llorar desconsolado, como un chico, sin saber realmente qué le había pasado a su compañero. La incertidumbre por no saber qué le pasaba a su compañero provocó que los jugadores vivieran momentos una gran angustia.
Altamirano se desplomó solo, convulsionó y se tuvo que retirar en ambulancia. El rostro del jugador te deja helado y las lágrimas de Enzo Pérez dicen todo.
Ojalá que no sea nada y haya noticias positivas lo más pronto posible. Duro momento en La Plata.pic.twitter.com/2NmSBdatpP
— SpiderCarp 🤟🏻🕷️ (@SpiderCarp23) March 18, 2024
Unos minutos más tarde, después de hablar con los protagonistas, el árbitro Echenique suspendió el partido.
«No teníamos información de la situación real. Nos dieron un parte y parece que tuvo otra situación… la vida va por delante que un partido de fútbol. Lo hablamos con los jugadores y cuando pasan estas cosas, tenemos que dar el ejemplo», contó el técnico Eduardo Domínguez.
Fue muy difícil lo que se vivió en el vestuario: los jugadores lloraban porque Javi es muy querido. Y su mujer embarazada estaba estaba acá en la platea. La buscamos desesperados para que esté con él. La verdad, la familia de Estudiantes se movió rapidísimo. Está acá enfrente Javi (por el Instituto Médico Platense, ubicado en calle 51) la señora ya está con él», explicó el DT.