River sufrió una tremenda goleada ante Independiente Rivadavia en el Desafío de Campeones: los hinchas dejaron la cancha antes del final

River sufrió este viernes por la noche una durísima derrota a manos de Independiente Rivadavia, que se impuso por 4-0 en el Desafío de Campeones que se jugó en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Los goles del equipo dirigido por Martín Cicotello fueron obra de Fabrizio Sartori Prieto, Juan Manuel Vázquez, Diego Tonetto y Federico Moreno.

Fue un monólogo del equipo cuyano, que anda a los tumbos en la Copa de la Liga Profesional, pero que se dio el gusto de celebrar a lo grande en este duelo que había sido postergado a finales del año pasado por cuestiones climáticas. El choque congregó al último campeón de la Liga Profesional y al último monarca de la Primera Nacional. Y nada se pareció al duelo que jugaron hace unas semanas en el Monumental, que vio ganador al Millonario con un doblete de Borja.

A pesar de las bajas por los jugadores afectados a sus seleccionados, el entrenador del Millonario, Martín Demichelis, puso en cancha un muy buen once con Ezequiel Centurión al arco; Agustín Sant’Anna, Sebastián Boselli, David Martínez y Milton Casco en la defensa; un doble cinco con Agustín Palavecino y Matías Kranevitter; una línea de medios ofensivos con Santiago Simón, Manuel Lanzini y Franco Mastantuono; y Facundo Colidio como único punta.

«Fue un partido perfecto para nosotros. Lograr este resultado ante el mejor equipo de la Argentina es muy importante para nosotros. Demostramos que estamos a la altura», se entusiasmó Tonetto, que fue uno de los mejores de la noche y dejó su huella con un tiro libre perfecto que sirvió para transformar lo que era una buena victoria en una goleada que aún sería más grande.

Independiente Rivadavia arrancó mejor pisado en el partido y se encontró con la ventaja en el marcador luego de una gran asistencia de Vázquez que encontró mano a mano a Sartori con Centurión. No falló el extremo derecho de 21 años que puso el 1-0 para la Lepra.

En el segundo gol, segundos antes de que llegara el descanso, hubo cambio de roles. El que armó la jugada fue Sartori y el que definió, sin oposición, fue Vázquez. Fue llamativa la pobre respuesta de los jugadores de River, quienes se convirtieron en meros observadores del ataque de los mendocinos.

Ya en la segunda parte, los dos entrenadores aprovecharon para rotar y darles minutos a los que arrancaron en el banco. Sin embargo, River siguió siendo superado por su rival, que se terminó de escapar en marcador luego de un fabuloso tiro libre de Tonetto, quien se disfrazó de Leo Messi por un ratito y no le dio chance alguna a Centurión, que voló y voló pero no pudo sacarla.

Lanzado en ataque para intentar achicar distancias en el tanteador, River sufrió el último golpe a siete minutos del final con un contragolpe que culminó Moreno, recién ingresado. Era tal la sorpresa y la desazón que los fanáticos del Millonario que había ideo al Mundialista empezaron a dejar sus ubicaciones en la cancha.

Todo sucedió ante un Demichelis pensativo que sabe que un 0-4 nunca es gratuito. Sobre todo porque está acostumbrado a festejar en Mendoza, una provincia en la que tiene mucha adhesión más allá de algún que otro tropezón.