Así fue la emocionante travesía de más de 30 pacientes oncológicos al lugar de la Tragedia de los Andes

Tres días de caminata y 35 personas con la misma meta. Cada paso que dieron fue parte del camino para recuperarse del cáncer.

Sandra Borghi

Video Placeholder

Como un símbolo de resiliencia, 35 pacientes oncológicos escalaron hasta el lugar de la tragedia de los Andes. (Video/Foto: Telenoche)

La historia la empecé a hacer propia tres semanas antes de comenzar el trekking. Cuando veía, en el chat que formaron los pacientes oncológicos, las ganas, el entusiasmo, el entrenamiento, la fuerza y la expectativa que le ponían a esa experiencia que tenían por delante: llegar al lugar donde ocurrió la Tragedia de los Andes.

Así fue como empecé a involucrarme con ellos, con las de Bariloche, los de Mendoza, las chicas de San Isidro, el matrimonio que fue porque los dos tenían cáncer, y así, 35 historias distintas.

Leé también: A 50 años de la tragedia de los Andes, un grupo de pacientes oncológicos logró llegar al lugar del accidente

Hasta que finalmente nos conocimos, en la base de El Sosneado, adonde llegamos todos en camioneta para empezar la travesía. Eran las seis de la mañana, todavía estaba oscuro y ahí, con algo de miedo y con mucha incertidumbre, empezamos a relacionarnos.

Nos fuimos conociendo durante la caminata. Ya en los primeros pasos, me impactaban las historias que iba escuchando, como por ejemplo, la de tres chicas que se conocen desde la infancia. Dos de ellas estaban ahí porque habían tenido, juntas, cáncer de mama. Las tres habían recibido la noticia en la misma semana. Cuando fueron contándola unas con otras, no podían creer que habían recibido, las tres mejores amigas, amigas desde el jardín de infantes, el diagnóstico de cáncer de mama casi al mismo tiempo. Así fue que empezaron a hacer el tratamiento juntas, se reunían en la quimioterapia, se daban fuerza unas con otras y así fueron saliendo adelante. Por supuesto, su grupo de WhatsApp se llama “Juntas”.

Sandra Borghi, en el lugar donde ocurrió la Tragedia de los Andes. (Foto: Telenoche)

Sandra Borghi, en el lugar donde ocurrió la Tragedia de los Andes. (Foto: Telenoche)

Como esa historia, hay 35 distintas. Cada una tan fuerte y emocionante que iba superando la otra, como el caso de un matrimonio: primero tuvo cáncer la mujer y después lo tuvo el esposo y, por eso, fueron juntos a hacer esta travesía. En otro caso, un padre y un hijo, también pacientes oncológicos, se desafiaron entre sí y fueron en busca de su propia cordillera.

Cuando llegamos el primer día, parecía que teníamos la fuerza de un león. Caminábamos firmes con nuestros bastones, con la sensación de que todo lo podíamos. A la sexta hora de caminata y después de haber pasado cinco ríos de deshielo que nos tiraban por la presión de la corriente, nuestra fuerza empezó a flaquear, pero estábamos muy cerca del campamento.

Leé también: Logró un récord escalando el Aconcagua, sufrió un grave accidente y un insólito objeto le salvó la vida

Fueron ocho horas de trayecto hasta llegar al Barroso, donde pasamos la noche. Los guías nos habían preparado un asado, pero la mayoría de nosotros no pudo disfrutarlo, llegamos apunados y con un dolor de cabeza que se nos partía. Así que la mitad del grupo -incluyéndome- se fue directo a las carpas para acostarse. Ya en mi bolsa de dormir, me puse a llorar y solo me quedé rezando. Le pedía fuerzas a mi papá para poder continuar. Muchos de nosotros nos habíamos apunado porque se había dado una condición climática muy particular, con muy baja presión, que hacía que la situación se volviera aún más difícil.

Sandra Borghi y el camarógrafo David Santisteben, el equipo de Telenoche en el lugar donde ocurrió la Tragedia de los Andes. (Foto: Telenoche)

Sandra Borghi y el camarógrafo David Santisteben, el equipo de Telenoche en el lugar donde ocurrió la Tragedia de los Andes. (Foto: Telenoche)

Como había muchos médicos que nos asistían, nos dieron algunos consejos y al otro día nos levantamos como nuevos. Tomamos mucha agua -la primera recomendación- y encaramos a las 6 de la mañana. Fue el día más difícil de la travesía. No solamente había que llegar al lugar de los hechos, sino que después había que volver. Fueron 14 horas de caminata, un día agotador, pero tan emocionante que me lo guardo para el resto de mi vida.

Leé también: Su hermana murió, le dejó su refugio de mariposas y él lo convirtió en una comunidad: “Ella siempre está”

Me contagié de la emoción de cada uno de ellos por haber logrado su objetivo después de tanta preparación, después de tanto esfuerzo. Habían llegado al mismísimo lugar en donde había caído el avión de los uruguayos, ese lugar tan mágico, tan energético, tan fuerte que te para desde ese momento en otro lugar en la vida. Ellos se habían desafiado a sí mismos. Como los 16 sobrevivientes, tenían la misma sensación de resiliencia. Llegaron hasta ese punto con las últimas fuerzas, pero lo lograron, y una vez allí, solo era abrazos, llanto y mucha emoción.

En la próxima nota (que se podrá ver en Telenoche este miércoles a las 20 por eltrece) ampliaremos cada una de las lecciones de resiliencia y supervivencia que te emocionarán y te atraparán. Sin lugar a dudas, tienen mucho de la historia de los 16 sobrevivientes de los Andes.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas