En marzo pasado, casi al inicio de la gestión libertaria, la mayoría de las empresas afirmaba que su situación estaba peor que hace un año, cuando todavía gobernaba el expresidente Alberto Fernández en sociedad con el kirchnerismo.
Mientras todavía retumbaban las promesas del entonces flamante presidente Javier Milei sobre que la «casta» política iba a ser la que «pagara» el ajuste económico, las empresas mostraban una fuerte caída en su producción; menores ventas e ingresos como parte de las variables negativas del ajuste que comenzaba a encarar la nueva gestión para encausar la economía; reducir la inflación y la pobreza y recuperar un sendero de crecimiento y producción.
La situación de las empresas hace un año
En ese escenario, se daban a conocer los resultados del III informe de coyuntura de la Unión Industrial Argentina (UIA) llamado Indicadores Industriales y Expectativas, que realiza su Centro de Estudios UIA a más de 1.200 empresas a lo largo de la primera quincena de mayo.
Ese relevamiento mostraba, por ejemplo, pesimismo sobre el futuro del país; en las percepciones sobre la evolución de las propias empresas (58,4%), la situación de cada sector de actividad (77,2%) y respecto al país (67,2%) y en un cierto escepticismo sobre una mejora del país durante el año próximo.
Es más, predominaban compañías con caídas en la producción, ventas, exportaciones y el empleo y hasta con dificultades para hacer frente a sus pagos, con un empresario que, en general, consideraba que su situación económica estaba peor que hace un año con la caída de la demanda y el aumento de costos como las principales preocupaciones.
Así era que la UIA, que preside Daniel Funes de Rioja, advertía a mitad de año que durante la gestión de Javier Milei, las empresas estaban peor que en el 2023, tal como lo demostraban los datos del llamado Monitor de Desempeño Industrial (índice MDI), que todos los años elabora la UIA y que adelanta el ciclo de actividad industrial.
En ese momento, volvió a encontrarse por debajo de 50 (niveles de contracción) por octava vez consecutiva ya que se ubicó en 35,5, lo que representó una caída de 4,9 p.p respecto al mismo mes del año pasado.
El indicador anticipaba una contracción de la actividad a partir de la ponderación de los resultados para la producción, el empleo, el tiempo de entrega y el stock de insumos.
El informe de la UIA marca un nuevo escenario
Sin embargo, seis meses después de esos datos que hacían referencia a un futuro, por lo menos complicado para el sector industrial, las percepciones de los productores locales parecen haber mejorado, si se analiza el segundo informe recién publicado por la UIA en el que se evidencia que menos empresas perciben una situación peor que hace un año y aseguran que, tanto a nivel empresarial (41,5%), como sectorial (56,1%) y nacional (37,4%), se observa una leve mejora respecto a relevamientos previos.
Al comparar estos datos con las expectativas para este año, se ve que mientras un 30,1% de las empresas anticipa una mejora económica en el país para 2024, además de que aumenta el optimismo para el próximo año, ya que el 67,8% espera una mejora en su situación económica empresarial, el 68,1% en su sector y el 75,5% en el país.
Además, casi el 30% de las empresas relevadas registraron subas en la producción, superando a aquellas con caída (26,5%) por primera vez desde el relevamiento de julio de 2022, con un aumento de la producción que predominó en siete de los 12 sectores relevados.
El índice de difusión (% con suba – % con caída) revirtió la desaceleración y se ubicó en +3,4 p.p., siendo la primera suba luego de ocho relevamientos en terreno negativo.
La industria plantea señales de alerta a Javier Milei
El empleo fue otro factor determinante en la visión optimista del mundo industrial para este último trimestre, ya que el porcentaje de empresas con subas en la cantidad de trabajadores alcanzó el 16,8% y superó a aquellas con caída en el empleo (14,2%).
Si bien predomina la estabilidad, las empresas con subas en el empleo superaron a aquellas con caídas por primera vez desde julio de 2023.
Asimismo, se observa una disminución en el porcentaje de empresas que aplicaron reducción de turnos (20,1% vs. 25,5% en julio).
Igualmente, sigue habiendo señales de alerta, ya que un 37,4% de los encuestados percibe ahora un deterioro de la economía, mientras que, a nivel sectorial, el 33,2% esperaba mejoras pero el 56,1% afirma que ha empeorado.
En el trabajo se destaca que «las empresas enfrentan diferentes desafíos que se derivan del contexto actual» y se explica que para el 30,4% de ellas, su principal preocupación es la disminución de la demanda de otras industrias.
Principales miedos de los empresarios
También hay temores por el aumento de costos que afecta al 25,6% de las empresas, con el salarial como el principal costo que se llevó el 33,2% de las respuestas.
Asimismo, el 21,8% de las empresas encuestadas identifica el aumento de los precios de materias primas e insumos nacionales como otra de sus principales preocupaciones.
En este sentido, el 39,3% de las empresas indicó que tiene dificultades para afrontar al menos uno de los siguientes pagos: salarios, proveedores, compromisos financieros, tarifa de servicios públicos, impuestos.
Sin embargo, se trata de una mejora respecto del relevamiento anterior, cuando el 46,7% de las empresas habían indicado problemas.
Pero, a pesar de esta mejora, el porcentaje de empresas con atrasos en todos los pagos continúa estable respecto del relevamiento anterior (4,6% de las empresas) y significativamente por encima de octubre de 2023, que fue del 2,7%.
Los empresarios consultados por la UIA entienden que las dificultades fueron mayores en el pago de impuestos (23,9%) y proveedores (20,2%), ya avisaron que vienen registrando mermas en las ventas al mercado interno que, de todos modos, refleja una mejora respecto del relevamiento de julio (43,7% con caídas).
También el porcentaje de empresas con caída de las exportaciones (20,2%) fue menor que el del mercado interno y se ubicó en una proporción similar a aquellas con subas (19,4%), con un índice de difusión que se ubicó en -2,1p.p y -0,7p.p para las ventas internas y externas, respectivamente.
Buen momento
Para enmarcar los resultados, el informe aclara que las grandes empresas se encuentran en sectores como Químicos, Alimentos, Automotores y Caucho y plástico, concentrando al 90% de las encuestadas, mientras que las Micro y Pequeñas tienen mayor presencia en el sector de metalmecánica.
Es, precisamente, entre los grandes grupos donde se observan menores caídas en todas las variables y mayores incrementos en exportaciones y empleo, destacándose con un ID superior respecto a las demás categorías.
«Con estos datos, puede pensarse que el MDI de tres de los cinco sectores que se encuentran en terrenos de expansión (+50), está relacionado con la mayor participación de las grandes empresas en el sector y a su situación más favorable», detalla la UIA en su reporte que también muestra que el promedio de utilización de la capacidad instalada fue del 58,8%.
Para el 70,5% de las empresas, esta utilización estuvo por debajo del nivel considerado óptimo y de esas empresas, el 65,9% espera recuperar esos niveles a partir de la segunda mitad del 2025.
No obstante, en este contexto, el 58,5% de los encuestados considera que es buen momento para invertir en maquinaria y equipo, además de en capital de trabajo y bienes de uso (52,9% y 56,2%, respectivamente).
Menor capacidad instalada
De esta forma, el relevamiento realizado a casi 850 empresas mostró, por primera vez en dos años, predominancia de las empresas con aumento en sus niveles de producción, aunque siguen siendo mayores las que evidencian caídas en ventas internas y exportaciones.
En el caso del indicador MDI, que adelanta el ciclo de actividad industrial, se ubicó nuevamente en terreno de contracción, pero muy cerca del umbral de 50.
En este contexto, la mayoría señaló que la utilización de su capacidad instalada fue menor a la considerada óptima y casi dos de cada tres empresas esperan recuperar esos niveles recién en la segunda mitad del 2025 o después.
El 33,4% de las empresas reportó una caída en sus ventas internas, frente al 29,3% que indicó un incremento.
En el caso de las exportaciones, el 20,2% registró bajas, mientras que el 19,4% reportó subas.
Asimismo, la cantidad de empresas que incrementó su dotación de empleo fue superior a la que decreció (16,8% vs. 14,2%)
La encuesta reveló además que la utilización de la capacidad instalada de las empresas se ubicó en un promedio de 58,8, nivel muy similar al registrado en el relevamiento de julio (58%).
Por eso no sorprende que para el 70,5% de los consultados, la utilización fue menor a la que consideran como óptima.
Además, y en contraste con el relevamiento anterior, se incrementó dicho porcentaje (vs 55,7%), marcando cierto retraso en la recuperación del uso de la capacidad instalada.
«La caída de la demanda interna continúa siendo la principal preocupación de las empresas», argumenta la UIA con base en los resultados de la encuesta, que también muestra que más de la mitad de las empresas la remarcaron como el principal tema.
El aumento de costos se ubicó en segundo lugar, afectando al 26% de las empresas y destacándose el salarial como el más relevante (1 de cada 3 empresas lo destacó de ese modo.
Lo sigue el costo de las materias primas e insumos nacionales (21,8% de las empresas); costo energético (16,8%) y materias primas e insumos importados (10%).