La tasa de desempleo en Argentina fue del 6,9% en el tercer trimestre (julio-septiembre) de 2024, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esto implica una caída 0,7 puntos porcentuales con respecto al segundo trimestre del año (abril a junio), pero un aumento de 1,2 puntos contra el mismo período del 2023.
Los resultados se dan como consecuencia de un incremento en la cantidad de personas con trabajo independiente y una baja en los asalariados formales.
El economista Federico Pastrana, director de CP Consultora, explicó en la red social X (ex Twitter): «Se consolidan cambios en el mercado de trabajo. A costa de mayor precariedad, el desempleo dejó de crecer. La recuperación del empleo es lenta y en 2 meses apenas se crearon 13.000 puestos de los 178.000 perdidos (solo el 7%). Hay más gente buscando trabajo y/o trabajar más horas y no consigue hacerlo. Un indicador de empeoramiento de las condiciones es el persistente aumento del subempleo demandante, que pasó en un año del 6,8% al 8,1%».
«Detrás de los cambios está la crisis de los ingresos. Al no llegar a fin de mes, lo que se cobra por trabajar no alcanza y se busca tener más ingresos trabajando más horas, pero la demanda de trabajo está debilitada», completó Pastrana.
Los datos del Indec
En el tercer trimestre de 2024, la tasa de actividad, que mide la población económicamente activa (PEA) sobre el total de la población, alcanzó el 48,3%.
En tanto, la tasa de empleo, que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total, se ubicó en 45%. La tasa de desocupación -personas que no tienen ocupación, están disponibles para trabajar y buscan empleo activamente- se ubicó en 6,9%.
Entre las regiones, las que mostraron la mayor tasa de desempleo fueron Gran Buenos Aires y Pampeana, con 7,6% y 7,5%, respectivamente. Al mismo tiempo, se destaca que la región con menor tasa fue Noroeste (4,2%).
Discriminado por género, la tasa de desocupación fue de 7,9% para las mujeres y de 6,2% para los varones.
Y de acuerdo al nivel educativo de las personas desocupadas, el 69,5% cuentan con hasta secundario completo, y el 30,5% presentan nivel superior y universitario, completo o incompleto. En cuanto al tiempo de búsqueda, el 65,4% lleva buscando empleo desde menos de 1 mes hasta 12 meses, mientras que el 34,2% lleva más de un año.
En los primeros seis meses de este año, la desocupación había pasado del 5,7% en el tercer y en el cuarto trimestre de 2023 al 7,7% en el primer trimestre y al 7,6% en el segundo trimestre de 2024.
Respecto de la Población Económicamente Activa (PEA), en el segundo trimestre de 2024 representó el 48,5% de la población total.
Según la consultora Labour, Capital & Growth (LCG), siempre mirando la serie trimestre a trimestre, la caída de 152.000 personas entre los desocupados se debe a que 114.000 consiguieron trabajo y a que se achicó en 39.000 personas el mercado de empleo.
Dentro de los 114.000 que pasaron a ser ocupados del segundo al tercer trimestre, unas 182.000 personas se agregaron como trabajadores independientes y otras 23.000 como asalariados no registrados; mientras tanto, en el sector formal y registrado de la economía, la disminución alcanzó los 91.000 puestos de empleo.
«Los trabajadores asalariados informales resultan los más castigados: la tasa de informalidad aumentó 0,9 puntos, hasta 36,7% del total de empleados. Se trata de niveles comparables a los de 2008 y 2009, 15 años atrás. Desde una perspectiva más amplia, la informalidad también crece por efecto del crecimiento de ocupaciones independientes con empleos de baja calidad (por ejemplo, monotributistas)», agregó LCG, que espera registros de informalidad más altos y una muy lenta recuperación de los salarios.
Juan Luis Bour, economista Jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), anticipó que «el rebote de la actividad le pegará primero a los que pueden conseguir más horas y recién después al sector formal», y observó que las empresas primero ocuparán toda su capacidad instalada antes de ampliar su dotación de personal.
A su turno, Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), explicó: «El desempleo podría haber sido más alto de no haber sido por el aumento de las modalidades refugio, lo que da cuenta de una mayor precariedad en el mercado de fuerza de trabajo».