El sindicato denuncia que el gobierno le pone un techo a la paritaria. Desde Economía rechazan la acusación. La negociación pasó a un cuarto intermedio.
19/12/2024 – 22:48hs
La paritaria de los camioneros parece una novela de enredos, que tiene poco de gracia ya que amenaza con un conflicto en el cierre del año. Tal como adelantamos en iProfesional, el gremio que lidera Hugo Moyano dispuso primero el estado de alerta y movilización y ahora anunció el inicio del plan de lucha.
La Federación Nacional de Trabajadores Camioneros y Obreros del Transporte Automotor de Cargas, Logística y Servicios acusó directamente al Ministerio de Economía de «coartar la libertad de los trabajadores de negociar sus salarios con las cámaras del sector». En tanto, fuentes del Palacio de Hacienda rechazaron la denuncia y explicaron que quien interviene en la negociación es la secretaría de Trabajo que comanda Julio Cordero.
Camioneros: qué reclama el sindicato y cuánto ofrecieron los empresarios
La organización gremial reveló que el sector empresario manifestó «no tener incidencia en la formación de precios», por lo tanto, una suba salarial en la actividad no impactaría en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Trascendió que Camioneros reclama un incremento mensual del 5 por ciento de diciembre a febrero (15 por ciento en total), más un bono de 650.000 pesos y un aporte extraordinario para la obra social (que ascendería a 20.000 pesos por trabajador). La propuesta fue rechazada por las patronales en la primera audiencia, pero en el último encuentro presentaron una contraoferta.
Los representantes de la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (FAETYL), la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) y la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (CATAC) propusieron un 8,5 por ciento para el mismo período y seguir conversando sobre el bono de fin de año.
Camioneros profundiza las medidas de fuerza
Si bien Camioneros no había aceptado dicho aumento, veía una apertura al diálogo más cercano a sus pretensiones, lo que le permitía sostener el estado de alerta sin llegar hablar de paro. Aquí es donde las posiciones se contraponen. El sindicato sostiene que desde Trabajo no se quieren mover de un aumento salarial del 1 por ciento mensual, mientras la cartera laboral rechazó que estén hayan puesto un techo a la negociación y explicaron que «buscamos que haya un acuerdo entre las partes».
En el último cónclave entre las partes, ante la falta de acuerdo, la secretaría de Trabajo ordenó pasar a un cuarto intermedio, pero sin fecha fija, teniendo en cuenta la proximidad de las fiestas de Navidad.
La situación generó la reacción del gremio, que anunció el inicio del plan de lucha con asambleas en los lugares de trabajo en todas las ramas del convenio colectivo de trabajo, advirtiendo que «cualquier consecuencia de estas medidas es responsabilidad del gobierno nacional. No podemos permitir que se les impida a los trabajadores camioneros seguir viviendo con la dignidad que se merecen».
Amenaza gremial: «Les vamos a tirar con todo lo que tenemos»
El secretario Adjunto de la Federación, Jorge Taboada -uno de los hombres fuertes de la negociación junto con Hugo Moyano- advirtió que «la de Camioneros no es cualquier paritaria. Saben que a la hora de discutir los salarios de nuestra gente les vamos a tirar con todo lo que tenemos. Con eso no se jode».
Remarcó que «estamos hablando del plato de comida de un millón de personas. Son 250.000 camioneros más su grupo familiar. No estamos dispuestos a resignar absolutamente nada y eso los empresarios lo saben y el Gobierno lo sabe. Estamos dispuestos a llevar la pelea a la instancia que sea necesaria».
En un comunicado, el sindicato manifestó que «no se puede permitir que el ministerio de Economía coarte la libertad de los trabajadores de negociar sus salarios con las cámaras del sector». En tanto las fuentes gremiales insisten en que, si no hay un acuerdo a la brevedad, habrá una escalada en el conflicto, afectando actividades que van desde la recolección de residuos, pasando por el transporte de alimentos y combustibles, hasta el clearing bancario.