A inicios de año, Rocío Bonacci, diputada de La Libertad Avanza, afirmó que el Gobierno de Javier Milei buscaría derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), más conocida como «Ley del Aborto». Sin embargo, esta declaración fue rápidamente desmentida por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien aseguró que el oficialismo no tiene en agenda tal derogación.
La desmentida de Adorni
«No es parte de la agenda del Presidente, no es decisión del Presidente y no está impulsada (la iniciativa) de ninguna manera por el Poder Ejecutivo», fue la respuesta que brindó Adorni al ser consultado en una de sus habituales ruedas de prensa, los primeros días de febrero. Pero, en la última semana, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, volvió a deslizar tal posibilidad y se declaró abiertamente «pañuelo celeste».
Las afirmaciones de Menem
Fue en el programa de Alejandro Fantino en Neura Media, donde Menem dijo: «La posibilidad de revertir el aborto la tenemos en nuestras manos», aunque reconoció que, al menos con los representantes actuales, el oficialismo no tiene «los números». «Se puede hacer. Puede haber una ley para derogar la anterior o cambiar la que está. Podría ser un proyecto para el año que viene«, insistió en otro tramo de la entrevista.
Pese a que ningún funcionario o dirigente de alto rango acompañó estas últimas declaraciones, las licitaciones públicas en Salud dejan entrever que, Nación ya estaría encabezando una desfinanciación informal de esta política. De acuerdo al Portal de Compras del Estado, Compr.ar, el Gobierno dejó de solicitar pastillas para inducir al aborto.
Las últimas licitaciones confirmadas
Al menos en el último año, no se registran solicitudes ni se encuentran licitaciones abiertas, en apertura o adjudicadas de píldoras abortivas (mifepristona y misoprostol) con destino a los hospitales públicos del territorio nacional. La última licitación adjudicada fue la de junio de 2023, aún durante el mandato del expresidente Alberto Fernández, donde se solicitaron 1.000 unidades de mifepristona por un total de $141.135.000.
Antes de ello, se registra una contratación directa de julio de 2022 donde se solicitaron píldoras tipo misoprostol. Esta licitación detalla que, la solicitud deberá efectuarse en tres entregas: la primera es de 96.000 comprimidos, luego de 140.400 píldoras, y la última de 159.600 unidades.
Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
Teniendo en cuenta las dimensiones del pedido y que fueron adjudicadas al Ministerio de Salud de la Nación, entendiéndose que este debía distribuirlas a diversos hospitales de todo el país; podría justificarse que la administración actual no haya abierto ni una licitación relacionada a ello este año.
Pero, por el momento, no existen precisiones sobre la posible redacción de un proyecto como el que esbozó el presidente de la Cámara de Diputados, aunque tampoco se han desmentido sus declaraciones como sí ha ocurrido en otra oportunidad. Lo cierto es que, desde la oposición, tanto los dirigentes políticos como exfuncionarios y organizaciones feministas, se han mostrado en contra de esta posibilidad alegando que se estaría quitando derechos.
Previo a Menem, el diputado Benegas Lynch afirmó que para el mandatario es «prioridad» la derogación de dicha ley. Siendo un legislador que mantiene una relación tan cercana al jefe de Estado y siendo este mismo quien ha calificado al aborto como un «asesinato agravado por el vínculo», no resulta hilarante el planteo de tal derogación.
En el contexto de un clima político tenso, donde el tema de los derechos reproductivos se cruza con las luchas ideológicas, la posible derogación de la ley del aborto sigue siendo un tema de debate. Con la falta de claridad sobre las intenciones del Gobierno, el futuro de esta legislación sigue siendo incierto, pero la discusión continúa abierta en el Congreso y en la sociedad.
De este modo, las declaraciones de Menem y la actual desfinanciación en la compra de medicamentos abortivos parecen ser apenas el comienzo de un proceso más largo que podría culminar en la derogación total o parcial de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. No obstante, la resistencia de los sectores feministas y progresistas será clave para determinar qué ocurrirá; así como también se medirá cómo avanzar o no, según los resultados de las próximas elecciones legislativas.