Así surge del documento, dado a conocer este fin de semana, en el que el directorio ejecutivo (Board) del organismo informó sobre la aprobación de la evaluación Ex Post del programa acordado en 2022, durante la gestión de Alberto Fernández. Cabe señalar que, según lo dispuesto por estatuto, deben ser evaluados todas las asistencias que otorguen un financiamiento que exceda la cuota de cada país.
“Allanar el camino para recuperar el acceso a los mercados dependerá de una estrategia creíble para eliminar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad del tipo de cambio y un papel más significativo de la política monetaria”, sostiene el documento.
Al respecto, el presidente Javier Milei, en más de una declaración pública, señaló su intención de levantar el cepo e ir hacia una unificación cambiaria en cuanto estén dadas las condiciones, entre ellas la recuperación de las reservas del Banco Central.
El Fondo evaluó que la fuerte acumulación de reservas de divisas durante 2024 reflejó la devaluación del 120% en diciembre de 2023, el alivio de las condiciones de sequía y la amnistía fiscal.
“Al mismo tiempo, la presencia de amplios controles cambiarios – que será necesario eliminar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital – y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un lento crawling peg, podrían hacer desafiante la acumulación continua de reservas de divisas”, advierte el documento.
En este punto, el Gobierno ha reafirmado su intención de seguir haciendo más lento el crawling, es decir bajar a 1% mensual, si la inflación se mantiene o desciende de 2,5% por mes.
Además, el FMI indica que “con una política fiscal anclada en un objetivo fijo (el equilibrio presupuestario), mantener la competitividad externa y suavizar las fluctuaciones en respuesta a los shocks requeriría tanto un mecanismo más eficaz para el ajuste externo, en particular una mayor flexibilidad del tipo de cambio, como un papel más fuerte de la política monetaria. específicamente, garantizar una tasa de interés real de política positiva que responda adecuadamente a la evolución de la inflación para garantizar el equilibrio interno y al mismo tiempo respaldar los objetivos de estabilidad externa”.
Milei Georgieva G7
«El caso más impresionante en la historia reciente es la Argentina», fue la última referencia de la titular de la FMI hacia la gestión de Milei.
Reuters
Aquí el Fondo nuevamente realiza una alerta al señalar que “Estas consideraciones sugieren que, a pesar de lograr fuertes avances en los últimos meses, el camino para resolver el problema de la balanza de pagos de Argentina sigue siendo desafiante”.
Se trata de párrafos en los que el organismo plantea sus diferencias con la política implementada por el Ministerio de Economía. El tema no es nuevo para el titular de la cartera, Luis Caputo. El actual titular del Palacio de Hacienda debió renunciar a la presidencia del Banco Central, el 25 de septiembre de 2018, por haber decidido intervenciones en el mercado de cambios en contra de la opinión que en aquel entonces tenían los técnicos del Fondo, según se comentó en ese momento.
Ancla fiscal
El FMI elogia la política fiscal del Gobierno argentino. Consideró que “el establecimiento de un ancla fiscal fuerte, que eliminó el financiamiento deficitario por parte del Banco Central, puso en marcha el elemento clave que faltaba en el programa original” (con referencia a lo acordado en 2022).
Sin embargo, también puntualiza que para sostener y consolidar los avances iniciales en materia de estabilización probablemente será necesario ampliar el esfuerzo de reforma fiscal y mejorar aún más las condiciones sociales para fortalecer la aceptación de la población”.
El organismo considera que además de medidas fiscales de alta calidad (que incluyen la mejora de la progresividad del impuesto sobre la renta personal y reducción de los subsidios), “una parte considerable del cambio fiscal inicial se logró mediante profundos recortes del gasto discrecional, incluida la inversión pública y los salarios, así como mediante recortes temporales o por única vez” con referencia a la eliminación del Impuesto País o la amnistía fiscal.
La recomendación del Fondo es que “A medida que se afianza la estabilidad macroeconómica, las políticas tendrían que orientarse hacia hacer que las ganancias fiscales sean más duraderas abordando el problema fiscal estructural”.
Otros planteos se refieren a que la recuperación de costos de las tarifas de energía sea automática, mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones y la masa salarial pública, reducir la naturaleza distorsionante y la complejidad del sistema tributario y mejorar la flexibilidad en las relaciones fiscales con las provincias.
En materia impositiva, el Gobierno ya anunció que enviará al parlamento un proyecto de reforma tributaria que contempla reducir a solo una media docena la cantidad de tributos. Otra de las iniciativas que el Poder Ejecutivo prevé enviar al Congreso se refieren a las reformas laboral y previsional.
Asimismo, afirma que “La sostenibilidad de la consolidación fiscal también dependerá de manera crítica de su aceptación social”. Si bien reconoce que las autoridades han aumentado significativamente los beneficios sociales y mejorado la protección contra la inflación de los salarios y las pensiones, hace referencia a la suba en la tasa de pobreza y señala que “puede ser necesario un mayor fortalecimiento del apoyo social si no se revierte esta tendencia”.
El documento hace referencia a que la pobreza superó el 50% de la población a comienzos del año pasado. No obstante, un reciente cálculo del Ministerio de Capital Humano calcula que en el tercer trimestre de 2024 la pobreza se ubicó en torno de 38,9%.
Estas consideraciones del Fondo adquieren mayor relevancia en momentos en que las autoridades nacionales están negociando con el organismo un nuevo acuerdo. Tras los errores que viene cometiendo el FMI en sus recomendaciones de política económica (como demostró el fracaso del programa implementado durante la anterior administración), analistas señalan que “es poca la autoridad que tiene el Fondo para hacer sugerencias”.
Se interpreta también que la conducción económica encara estas negociaciones en una posición ventajosa. No sólo por los resultados alcanzados por el programa económico -que el Ministerio de Economía se encargó de aclarar que se elaboró sin la asistencia técnica del FMI – sino también porque han menguado las urgencias externas del país y se han abierto otras posibilidades de obtener crédito como la oferta de importantes fondos internacionales, según señaló el presidente Milei.
De todas formas, los analistas consideran que es altamente probable que se logre firmar un acuerdo a corto plazo entre el FMI y el gobierno.
Si habla, en este sentido, del desembolso de unos 11.000 millones de dólares, cifra que no sería casual ya que respondería a la parte del acuerdo original firmado durante la presidencia de Mauricio Macri que no fue utilizada.
Se especula que, de esta forma, el Poder Ejecutivo podría evitar la aprobación del Congreso de este endeudamiento, aunque en fuentes oficiales hay quienes dudan de que sea posible evitar el paso por el Parlamento.