Hay alerta en el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Trabajadores del organismo denunciaron este martes que el presidente, Javier Milei, y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, preparan un decreto que ordena el cierre de áreas del organismo y cientos de despidos. Al mismo tiempo, los productores agropecuarios nucleados en la Comisión de Enlace manifestaron su “preocupación” por los cambios en el Instituto.
De acuerdo a los trascendidos, el decreto permitiría al Gobierno incidir de forma directa en el INTA para avanzar con la motosierra y la liquidación de su patrimonio. Lo que produjo el rechazo de los trabajadores e investigadores, además de los productores, que en un primer momento se habían mostrado de acuerdo con “modernizar” el organismo.
En este contexto ATE se declaró en “estado de alerta permanente y movilización” frente a la “amenaza de la publicación del decreto que pretende cerrar áreas de extensión, centros de referencia e iniciar un plan de despidos masivos”.
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Mientras que, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias se reunió de urgencia este martes con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta y con el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, a los que les pidieron que se mantengan la autarquía del organismo, la gobernanza y los Centros Regionales.
La Comisión de Enlace, integrada por la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas, destacó que el INTA es “una herramienta imprescindible para el desarrollo agropecuario” por lo que “cualquier medida que atente contra ello perjudica a todo el sector”.
Los diferentes actores alertan que el Gobierno pretende modificar el Consejo Directivo del INTA, para quitarle autonomía e intervenirlo directamente, así avanzar con un plan de ajuste y subasta.
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El Instituto está dirigido por un órgano colegiado compuesto por por tres delegados del Ejecutivo, cinco de las entidades de productores y dos de las universidades públicas. Ese esquema, que a la entidad le permite cierta autonomía de los planes del Gobierno, es lo que pretende modificar el decreto.
“Se quiere reorganizar de tal manera que el Gobierno Nacional tenga 4 de 8 miembros del Consejo Directivo y, ante caso de empate, tenga doble voto el presidente, por lo cual, están planteando una intervención indirecta”, explicó Oscar Alpa, integrante del Consejo Interuniversitario Nacional a Canal E.
“Está a punto de dar a luz el decreto que convertirá a INTA en un botín de negociados y liquidación de ciento de miles de hectáreas, que caerán en manos de los especuladores de bienes raíces del campo y de la ciudad. El decreto que saldrá por estas horas, apunta a vaciar de trabajadores, las agencias de extensión, experimentales, institutos de investigación, edificios de laboratorios, de investigación”, alertó el delegado de ATE del INTA José Perea.
Alarma en el INTA y rechazo al planteo de Federico Sturzenegger
La alarma en el Instituto terminó de encenderse tras las declaraciones del ministro Federico Sturzenegger ante el Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. Allí el funcionario preguntó de forma retórica a la audiencia, si sabían qué hacía el INTA con una planta de 6000 personas, 3000 vehículos y un presupuesto de 400 mil millones de pesos, para justificar su plan de reestructuración.
Sin embargo, las afirmaciones de Sturzenegger fueron desmentidas por investigadores y trabajadores del INTA, quienes afirmaron que el Instituto cuenta con la mitad de ese presupuesto y que el 70% de esos vehículos está fuera de servicio. “El lugar y la audiencia para formular esta pregunta retórica no fueron elegidos al azar: se trataba de un público ajeno o alejado culturalmente del campo y sus problemáticas, y que probablemente supiera poco sobre la labor del INTA”, expresaron en una carta abierta los trabajadores.
“El ministro Sturzenegger debería haber aclarado que esas 6000 personas —personal profesional, técnico y de apoyo altamente calificado— se distribuyen a lo largo y ancho del país, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, en 53 estaciones experimentales, 6 centros de investigación y unas 258 agencias de extensión rural, ubicadas en los lugares más alejados y menos poblados del país. En estos sitios, los técnicos de la institución brindan asistencia y asesoramiento a los productores que desarrollan una actividad económica sumamente relevante para la Argentina”, agregaron.
Además destacaron el rol estratégico que cumple el INTA para el desarrollo agropecuario. “Podría haber señalado que tecnologías como la siembra directa, el almacenamiento de granos en silo bolsa, el mejoramiento genético de variedades de granos, oleaginosas, especies frutícolas, hortícolas, forrajeras y cultivos forestales e industriales con técnicas avanzadas, incluyendo la edición génica, son logros del INTA”, señalaron.
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Continuaron: “También que la institución es responsable de la evaluación genética de las principales razas bovinas y ovinas del país, y que, junto al sector privado, ha desarrollado innovaciones en maquinaria agrícola —especialmente en agricultura y ganadería de precisión—, creando prototipos que hoy exportan empresas nacionales. Podría haber agregado que el INTA desarrolló vacunas para enfermedades que causan grandes pérdidas en ganadería como la “tristeza”, E. coli enterohemorrágica, “rabia paresiante”, la enfermedad de Gumboro en aves, o que creó un kit de diagnóstico único en el mundo para detectar el mal del Río Cuarto, la principal enfermedad del maíz, y que decodificó el genoma de la “chicharrita”, el vector de esa enfermedad, en tiempo récord. O tal vez podría haber contado que INTA desarrolló un centro de controladores biológicos de plagas frutícolas, que le permitió a los productores y empresas ahorrar millones en costos de aplicación de insecticidas”.
Firmaron el comunicado como «personal jubilado del INTA», 30 ex trabajadores entre los que se encuentran Carlos Alberto Alemany, Juan Carlos Magdalena, Susana Graciela Lo Cascio, Verónica Rush, etc.
LM/ff