La Fiscalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo de Celsa Ramírez, ordenó una serie de inspecciones simultáneas integrales en diferentes locales comerciales del barrio de Once, vinculadas a la comercialización de juguetes apócrifos, potencialmente nocivos para la salud.
Las inspecciones finalizaron con el secuestro de más de 1500 juguetes por un valor aproximado de 11 millones de pesos. El caso se inició con la denuncia de representantes de distintas marcas de juguetes que se comercializan en el mercado.
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Ante esta situación, y con el consecuente riesgo para la salud de las personas que pudiesen adquirir los productos, al no contar con la certificación y los controles correspondientes, la fiscal Ramírez solicitó la realización de las inspecciones.
Los procedimientos simultáneos fueron realizados por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, la División Contravenciones y Faltas contra el Orden Público de la Policía de la Ciudad, la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFYC), la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) y la Dirección General de Protección del Trabajo (DGPT).
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Tras las inspecciones se pudo corroborar lo denunciado y que los elementos no poseían documentación respaldatoria, como así tampoco el correspondiente timbre fiscal. Por tal motivo, la fiscal dispuso que se secuestren los elementos apócrifos, entre ellos, de las marcas “POP”, “LOL”, y “LEGO”.
Asimismo, se imputó a los dueños de los comercios por los delitos de comercialización de productos nocivos para la salud y falsificación de marcas.
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