La gripe, el COVID-19 y otros virus respiratorios podrían tener un rol clave en la reactivación de células cancerosas dormidas, facilitando la aparición de metástasis años después del tratamiento de un tumor. Así lo indica un estudio internacional publicado en la revista Nature, que analizó datos en humanos y experimentos en animales para comprender el vínculo entre infecciones e inflamación en el desarrollo del cáncer.
El trabajo demostró que los virus respiratorios no sólo afectan al sistema inmune, sino que pueden generar condiciones inflamatorias que “despiertan” células tumorales latentes, especialmente en el caso del cáncer de mama. El foco del estudio estuvo puesto en cómo la respuesta inmunológica, y no necesariamente el virus en sí, puede desencadenar nuevos brotes del tumor en órganos distantes como los pulmones. “Cuando se produce una infección respiratoria, el cuerpo genera una respuesta inflamatoria que involucra moléculas como la interleucina 6, y esto puede activar células cancerosas que estaban en estado latente”, explicaron los autores.
Los investigadores utilizaron modelos animales y también analizaron registros médicos de casi 5.000 pacientes oncológicos del Reino Unido, así como una base de datos con 37.000 casos de cáncer de mama en Estados Unidos. Entre los hallazgos más relevantes, encontraron que las personas con cáncer que se infectaron con coronavirus tuvieron el doble de riesgo de fallecer, y que la probabilidad de metástasis pulmonar aumentó un 50% respecto a quienes no contrajeron el virus.
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La inflamación, clave en la reactivación tumoral
El mecanismo que explicaría esta relación es la inflamación inducida por la infección, que actúa como una señal para que células cancerosas previamente inactivas retomen su actividad. Estas células, que pueden permanecer “ocultas” en el organismo durante años, reciben estímulos de moléculas inflamatorias como la interleucina 6, que favorecen su multiplicación y colonización de nuevos órganos.
Estudios previos ya habían documentado que virus respiratorios como la gripe pueden estimular el crecimiento de tumores primarios en piel y pulmones. Sin embargo, esta investigación aporta nueva evidencia sobre su rol como promotores de metástasis, incluso cuando la infección viral ya ha sido superada. “Estos datos son casi inauditos en epidemiología del cáncer”, señalaron los autores en una nota de prensa, “pueden explicar parte del aumento de muertes oncológicas durante los primeros años de la pandemia”.
Implicancias clínicas y preventivas
A partir de estos resultados, especialistas advierten sobre la importancia de reforzar los controles médicos en pacientes en remisión durante temporadas de alta circulación viral, y también estudian posibles estrategias para reducir el riesgo de reactivación tumoral.
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Entre ellas, se propone el uso de fármacos antiinflamatorios o inmunomoduladores durante o después de infecciones virales en pacientes con antecedentes oncológicos. De hecho, algunos medicamentos que bloquean la interleucina 6 ya están aprobados y se utilizan en el tratamiento de casos graves de COVID. “La metástasis es el gran desafío en la investigación del cáncer. Este estudio nos da nuevas dianas terapéuticas”, subrayó José María Adrover, investigador del Instituto Francis Crick de Londres.
En paralelo, un segundo estudio publicado también en Nature identificó otro mecanismo inmunológico involucrado en la diseminación del cáncer: la producción de células inmunes alteradas por los tumores, que generan atascos en los vasos sanguíneos y favorecen la necrosis tumoral, un proceso clave en la metástasis.
Los autores del estudio original ya trabajan en nuevas investigaciones para determinar si otros virus, respiratorios o no, podrían tener un efecto similar en la reactivación de células tumorales en otros órganos, como el hígado. Mientras tanto, recomiendan seguir explorando estrategias preventivas personalizadas en pacientes con cáncer en remisión, especialmente durante brotes epidémicos.