Los integrantes de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina alertaron que “la política no debe someterse a la economía, ni esta a la tecnocracia. El mercado, por sí solo, no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”. La organización, presidida por el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, se reunió este domingo en el cierre de la Semana Social 2025, realizada en Mar del Plata, para analizar la situación política, económica y social del país.
Al encuentro asistieron dirigentes políticos de distintos espacios, aunque no se registró la presencia de representantes del oficialismo libertario. De la reunión participaron el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, la dirigente camporista Fernanda Raverta, varios ministros del gobierno de Axel Kicillof y exfuncionarios como Gustavo Béliz, María Migliore y Julián Domínguez.
También fueron invitados el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, y el intendente local, Guillermo Montenegro, candidato por LLA, pero no asistieron.
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Los obispos difundieron, como resultado de las deliberaciones, un documento titulado “La amistad social como sueño y camino. El legado de Francisco”, que refleja sus preocupaciones sobre la coyuntura actual. Al expresar su postura, solicitaron que la política y la economía “dialoguen al servicio de la vida” para fomentar una diversidad productiva capaz de generar empleo genuino, advirtiendo que la falta de trabajo “hiere profundamente la dignidad de las personas«.
Ante la realidad del país, los obispos señalaron que enfrenta “profundas polarizaciones” y una sociedad “herida y dividida”, llamando a superar conflictos, priorizar la fraternidad y asumir “la opción preferencial por los más pobres”, mientras denunciaban la cultura del descarte y la indiferencia. Dijeron que “la inequidad y la falta de un desarrollo humano integral no construyen la paz” y convocaron a “tejer vínculos que hagan posible una Argentina justa, fraterna y solidaria”.
De manera concluyente, afirmaron que la Semana Social 2025 “nos reafirma en la urgencia de un nuevo diálogo buscando la unidad como superación creativa y la construcción de un proyecto para una Argentina justa, fraterna y solidaria que cuide nuestra casa común, donde todos seamos recibidos”.
La Iglesia y los retos sociales de la inteligencia artificial
La mirada de los obispos no solo abarcó la realidad política actual, sino que también se centró en desafíos emergentes, como el impacto de la inteligencia artificial en la vida diaria y futuro próximo. Afirmaron que “frente al ritmo vertiginoso y superficial de la vida, es indispensable fortalecer el pensamiento crítico para discernir los signos de los tiempos.
A la par, los voceros señalaron: «La ciencia y la tecnología no son neutrales. Su avance sin un horizonte humano, sin un criterio ético superior y sin regulaciones puede llevar a la degradación socioambiental. La Iglesia, sin pretender tener una palabra en cuestiones científicas, alienta un debate honesto«. «La dignidad y el bien común deben estar en el centro de una justicia social tecnológica que minimice daños y potencie beneficios para la integración de todos», agregaron.
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Por último, señalaron que la Semana Social 2025 busca que “la sabiduría del diálogo, la misericordia que acoge y la esperanza nos impulsen a involucrarnos y organizarnos como sociedad para tejer vínculos que hagan posible una Patria con verdadera amistad social y orientada al bien común”.
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