lunes, 11 agosto, 2025

Tres mitos sobre los celulares que los especialistas desmienten

El uso de celulares se ha convertido en una parte indispensable de la vida moderna, tanto así que a menudo son lo primero que tocamos al despertar y nos acompañan a lo largo de todo el día. Esta omnipresencia, sin embargo, ha dado lugar a una serie de creencias y mitos populares sobre su funcionamiento y sus posibles riesgos. Desde la preocupación por la privacidad hasta los consejos sobre cómo mejorar su rendimiento, no todo lo que se dice sobre los smartphones es verdad.

En una era donde la información (y la desinformación) se propaga rápidamente, es fundamental separar la realidad de la ficción. Un reciente artículo de la revista Popular Science se propuso desmentir algunas de estas ideas arraigadas en la cultura popular, ofreciendo un análisis detallado sobre los mitos más comunes. A continuación, desglosamos tres de las creencias más extendidas y revelamos lo que la ciencia y la tecnología tienen para decir al respecto.

Tres mitos sobre los celulares que los especialistas desmienten

El celular puede causar una explosión en una estación de servicio

Este mito es tan antiguo como los propios teléfonos celulares. Aún hoy, es común ver carteles en algunas estaciones de servicio que advierten sobre el uso de dispositivos móviles mientras se carga combustible. La creencia popular sostiene que la señal o una pequeña chispa del teléfono podría encender los vapores de la nafta y provocar una explosión.

Sin embargo, esta teoría ha sido ampliamente desmentida. Según el Instituto Americano del Petróleo, no existe un solo caso documentado de un incendio o explosión causado por un teléfono celular. Para terminar de enterrar este mito, el popular programa de televisión «Mythbusters» (Cazadores de Mitos) realizó un experimento en 2003 para comprobar si un teléfono móvil podía provocar una explosión. El resultado fue contundente: no lo consiguieron.

Esto no significa que sea una buena idea estar distraído con el teléfono mientras se carga combustible. El sentido común indica que es preferible prestar atención al proceso de carga para evitar derrames. Pero, si el teléfono suena, podés atender sin temor a generar un desastre. La evidencia es clara: los celulares no son un riesgo en las estaciones de servicio.

El teléfono te escucha para mostrarte publicidad

La sensación de que el teléfono nos espía es algo que muchos experimentan. La escena es conocida: se habla de un producto o un destino de viaje con un amigo y, al día siguiente, las redes sociales se llenan de anuncios relacionados. Esta coincidencia lleva a la conclusión de que los teléfonos están escuchando constantemente nuestras conversaciones.

Aunque la idea es inquietante y parece una explicación lógica, no hay evidencia concluyente que demuestre que esto esté sucediendo. La Electronic Frontier Foundation, una organización dedicada a la defensa de las libertades civiles en el mundo digital, afirma que el verdadero problema es aún más complejo y sutil. La publicidad no proviene de grabaciones de voz, sino de algo mucho más sofisticado: un gigantesco mercado de «corredores de datos» y plataformas publicitarias que te rastrean por toda la web.

A través del análisis de tu historial de navegación, tus búsquedas, tus «me gusta» y la información de ubicación, estas plataformas construyen un perfil muy preciso de tus hábitos e intereses. El resultado es que la publicidad que se te muestra es tan acertada que parece que te están escuchando. Si bien es cierto que tanto los dispositivos con Android como los iPhone están a la espera de sus palabras clave («Hey Google» o «Siri»), no hay pruebas de que estén grabando y enviando todo el tiempo tus conversaciones a terceros. Es una paranoia comprensible, pero las empresas de tecnología no necesitan espiar tus conversaciones para saber qué querés comprar.

Cerrar aplicaciones mejora el rendimiento y la batería

Frente a una batería baja o un teléfono que se siente lento, muchos usuarios recurren a un ritual: cerrar manualmente todas las aplicaciones que están abiertas en segundo plano. La intuición nos dice que esto liberará recursos y energía, tal como sucede en una computadora de escritorio. Sin embargo, en los smartphones, este gesto puede ser contraproducente.

Tanto los sistemas operativos Android como iOS están diseñados para gestionar las aplicaciones en segundo plano de manera eficiente. En lugar de estar activas, estas aplicaciones quedan en un estado de «suspensión», lo que significa que no consumen recursos ni batería de manera significativa. Cerrarlas manualmente no libera más espacio y, en realidad, puede empeorar el rendimiento. Al cerrar una aplicación por completo, el teléfono tendrá que cargarla de nuevo desde cero la próxima vez que la uses, lo que sí consume más batería y memoria que simplemente despertarla del estado de suspensión.

Si realmente necesitás ahorrar batería, la mejor opción es usar el modo de ahorro de energía, disponible en ambos sistemas operativos. Esta función desactiva los procesos en segundo plano de forma inteligente y reduce el consumo de energía, prolongando la vida útil de la batería sin perjudicar el rendimiento del teléfono. En lugar de perder tiempo cerrando aplicaciones, es mejor activar esta función para asegurar que tu teléfono dure un poco más.

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