Tras el pedido por parte de la Casa Blanca al presidente Javier Milei para que convoque a gobernadores y aliados con el objetivo de hacer sustentable la política económica, la Casa Rosada relativizó el pedido y sostuvo que por el momento el mandatario argentino no tiene previsto ponerse al frente de una convocatoria.
Así lo sostuvo una alta fuente del Gobierno ante PERFIL, luego de que circulase la versión de que Donald Trump le solicitara a Milei que llame a aliados para darle un mayor respaldo al rumbo del país.
Día 648: Milei no aprende, no cambia y no podrá
De esa manera, el vínculo de la Casa Rosada con gobernadores queda supeditada al rol del nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán, en momentos en los que el Congreso es una amenaza permanente para el oficialismo, y las elecciones del 26 de octubre ponen en veredas opuestas a muchos posibles aliados.
Mientras tanto, en la planta baja de la Casa de Gobierno destacan que Catalán se reunió con siete mandatarios hasta el momento, aunque agregan que por ahora no hay nuevas reuniones en agenda.
Con todo, Milei no descarta nuevas convocatorias hacia al futuro, pero en lo inmediato no se pondría al frente de las conversaciones. De hecho, algo de eso dejó trascender en la última cadena nacional cuando presentó el Presupuesto 2026.
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Estados Unidos le armó a Javier Milei una ingeniería financiera para sortear el cerco político al endeudamiento
En el medio del rescate que Trump le hizo a Milei, la administración republicana no parece ser la única preocupada por la sustentabilidad política de las transformaciones que viene aplicando el primer gobierno libertario.
Ayer, la exnúmero 2 del Fondo Monetario Internacional (FMI) Gita Gopinath pidió que Milei «genere apoyo para sus reformas internamente», y si bien respaldó el rumbo del país y el anuncio del Secretario del Tesoro, Scott Bessent dejó en claro la necesidad de arribar a consensos.
Sobre todo porque ni en los pronósticos más optimistas La Libertad Avanza obtendría mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado de la Nación, lo que podría servirle para una táctica defensiva, pero no para sancionar reformas estructurales.
Dichas reformas, son las que justamente solicita el FMI: laboral y previsional, para lo que requerirá más del tercio que celebró con los «87 héroes».
PV