A un día de abrir las sesiones ordinarias, el presidente Javier Milei concedió una entrevista al diario económico inglés Financial Times y aseguró que insistirá con las reformas que no pudo sacar todavía, sobre todo después de 2025. “Estoy haciendo lo que los libros dicen que debo hacer”, dijo para defender su programa y asimismo descartó un levantamiento social en medio de su gestión. Sin embargo marcó una excepción en caso de que haya “infiltrados extranjeros” en el país.
“Hay cero posibilidades de que se produzca un levantamiento social, a menos que haya un evento motivado desde la política o [uno que involucre] a infiltrados extranjeros”, indicó el mandatario este jueves, a la vez que remarcó que de la pobreza -que en el país llegó a más de 57% en enero, según la Universidad Católica Argentina (UCA)- no se sale “por arte de magia” sino con “capitalismo, ahorro y trabajo duro”.
Convencido de que con sus medidas evitó la hiperinflación en el país, como ya hizo otras veces Milei dijo que el objetivo es continuar con la baja en el indicador y terminar de limpiar el balance del Banco Central. “Una vez que el Banco Central esté limpio, planeamos levantar los controles cambiarios. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que podríamos hacerlo a mitad de este año”, insistió, después también de la reunión con la número dos del organismo, Gita Gopinath, la semana pasada, y de que ayer el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se encontrara con la líder de la entidad que supervisa el acuerdo con la Argentina, Kristalina Georgieva.
Con la ley ómnibus caída y mientras crece la expectativa sobre el discurso que dará mañana a la noche en la apertura del año legislativo, ya que giró duras críticas sobre todo a los diputados en las últimas semanas, el Presidente aclaró que hay cambios que podrá implementar por decreto, a través de modificaciones en la aplicación de ciertas leyes. “Todo eso lo haremos”, adelantó.
Aclaró además que un tercio de las mil medidas que quería aplicar a través de la ley ómnibus están incluidas en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70 que comenzará a tratar la comisión bicameral dispuesta para revisar este instrumento del Ejecutivo, y admitió que es “difícil” con esta composición del Congreso avanzar con determinadas reformas por las trabas de los “políticos” que defienden sus privilegios. De momento, ya tildó con el mote de “enemigos del cambio” a quienes se opongan de ahora en adelante a las iniciativas que, según dijo, seguirá girando al Palacio Legislativo.
“Estamos listos para devolver todas las reformas después del 11 de diciembre de 2025. Enviamos mil, pero todavía nos quedan 3000 más por presentar”, indicó, seguro de que la quita del cepo podría acelerar una recuperación económica a través de la inversión. “Ese podría ser el punto de despegue para que el próximo año la Argentina esté creciendo de manera fuerte, sólida, sustentable y con baja inflación”, marcó sobre lo que generaría la salida de los controles cambiarios e incluso señaló que si el país mantiene el déficit cero que alcanzó en enero estará en condiciones de refinanciar la deuda y regresar a los mercados internacionales de capital en 2024.
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LA NACION