Madrid, 4 nov (EFE).- El Ministerio de Sanidad ha aclarado este lunes que no hay evidencia científica de que la contaminación de aguas por cadáveres humanos o animales supongan un riesgo «importante» en España de enfermedades epidémicas como tifus o cólera, pero sí es probable que aparezcan algunas de carácter digestivo.
Aunque los cuerpos, humanos y animales, «no suponen el mayor riesgo de salud pública ahora mismo» en las zonas afectadas por la dana, «aun así es importante que su retirada se haga lo antes posible para poder continuar con la limpieza de las calles», ha resaltado el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, en un vídeo remitido a los medios.
Sanidad apoya sus afirmaciones en las recomendaciones que han hecho organismos internacionales como la OMS y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), sobre los riesgos de infecciones tras una inundación.
De esta forma, no existe evidencia científica de que la contaminación de agua por restos humanos o animales supongan un riesgo de enfermedades epidémicas como tifus o cólera; la mayoría de microorganismos no sobreviven mucho tiempo en el cuerpo humano tras la muerte y, en caso de que surjan infecciones, es más probable que su origen provenga de los propios supervivientes.
En estos primeros días y semanas, lo que aparecerá con más frecuencia son enfermedades gastrointestinales; para minimizar el riesgo, los equipos de Salud Ambiental del Ministerio y de la Conselleria están analizando las aguas para realizar una detección precoz de potenciales enfermedades.
No obstante, el consejo es que, en cuanto aparezcan esos síntomas u otros de carácter agudo, se acuda a un centro sanitario para parar la cadena de transmisión.
Una vez pasada esta primera fase y según avancen los días, «es probable que en las aguas estancadas empiecen a surgir» otros potenciales riesgos, especialmente la proliferación de mosquitos y otros vectores transmisores de enfermedades, explica Gullón.
También en este sentido, se están haciendo un análisis de esos puntos para detectar esos vectores para «intentar adelantarnos a su potencial aparición, detectarlos precozmente y actuar de la mejor manera posible».
Con todo, Gullón ha querido insistir en las recomendaciones que ha hecho tanto la conselleria de Sanidad de la Comunitat Valenciana como el Ministerio para las miles de personas afectadas y voluntarios que trabajan en las tareas de limpieza.
En el caso de encontrar cadáveres humanos, nunca hay que tocarlos y hay que proceder a llamar a las autoridades; si son animales, hay que evitar el contacto y seguir las instrucciones de cada ayuntamiento al respecto.
Sobre el consumo de agua, los ayuntamientos deberán informar de cuándo hay problemas con el agua potable y, en caso de duda, tomarla siempre embotellada.
En ningún caso se consumirán alimentos que hayan estado en contacto con el agua de la inundación, salvo latas de conservas, que habrá que secar y dejar una hora antes de abrir o almacenar; se desecharán también los que no puedan limpiarse y secarse en menos de 48 horas.
Todos aquellos que participen en tareas de limpieza deben utilizar ropa de manga y pantalón largos que no deje descubiertos brazos o piernas -y lavarla después con agua caliente y detergente- así como usar protección de nariz, boca, ojos y manos mediante mascarilla, protector ocular y guantes.
Tras retirarse los guantes, es aconsejable lavarse con agua y jabón, especialmente antes de los descansos o de ingerir comida y al finalizar los turnos de limpieza, prestando especial atención a posibles heridas. Si no se tiene jabón, se pueden usar geles hidroalcohólicos tras retirar la suciedad visible con agua.
Con todo, las personas con algún problema de salud (principalmente de tipo respiratorio o situación de inmunodepresión), así como niños y embarazadas no deberán participar en las labores de limpieza. EFE