martes, 5 noviembre, 2024

La burla más insólita: los hinchas del Corinthians les arrojaron una cabeza de cerdo a los jugadores del Palmeiras

Luego de la dolorosa eliminación en las semifinales de la Copa Sudamericana, ante Racing en el Cilindro de Avellaneda, el Corinthians cambió la página para revertir su presente en el Brasileirao; y el duelo con el Palmeiras era una gran ocasión. Tras superar la turbulencia que imponía el temor por el descenso, el conjunto de Ramón Díaz logró gestar una serie de victorias en el torneo doméstico para modificar sus objetivos y lograr la clasificación hacia la competición continental que se le escapó ante la Academia para la próxima temporada.

Lo llamativo del clásico paulista fue lo que sucedió en las tribunas. Es que los fanáticos del Timao le arrojaron a los jugadores del conjunto rival una cabeza de cerdo, en referencia al apodo de Porco que acuñaron los simpatizantes del elenco verde a finales de la década del sesenta. El hecho se remite a abril de 1969, cuando el Cortinthians perdió a dos de sus jugadores, Lidu y Eduardo, en un accidente vial. Fue una desgracia que conmovió a casi todo el pueblo brasileño, menos a los dirigentes del Palmeiras, que terminaron negándose al pedido especial del Timao para incorporar a otros dos futbolistas en su reemplazo.

Con el plantel disminuido y golpeado anímicamente, el Corinthians perdió un campeonato que lo había tenido como máximo favorito a la gloria y las miradas de la sociedad se fijaron sobre su eterno rival. “Todo el mundo sabe que Palmeiras tiene un espíritu de cerdo”, dijo por ese entonces Wadih Helu, presidente del club afectado, poniéndole nombre a un estigma que el rival llevaría durante un largo período.

Fueron 20 años de insultos hacia el Palmeiras bajo el seudónimo de cerdos; pero en 1980, un directivo llamado João Roberto Gobbato, quien se desempeñaba como director de marketing del club, tuvo la iniciativa de aceptar el apodo y empezar a tomarlo como como un halago. Al principio, debió luchar contra su propia gente, que no aceptaba en absoluto que los vincularan con los chanchos, pero en 1986 el equipo salió a la cancha con un animal que el propio Jorginho, figura de aquel entonces, posó con él en la tapa de la revista Placar, con un título arriesgado: “Palmeiras rompe un tabú: ¡Dale Porco!”.

A partir de ahí, los hinchas se identificaron con el apodo e incluso la mascota oficial pasó a ser un cerdo al que llamaron Gobbato, en honor al hombre que cambió la historia. Tal es así, que en los festejos de los títulos de la Copa Libertadores (1999, 2020 y 2021) el cerdo estuvo presente en la fiesta paulista. Naturalmente, para sus adversarios continúa la costumbre de burlarse de sus rivales como si se tratara de un apodo despectivo. Y en el último clásico, correspondiente a la fecha 32 del Brasileirao, el público local recibió a los intérpretes del Palmeiras con una cabeza de cerdo. Lo que nadie explicó y todo el mundo desconoce, es cómo hizo la torcida local para poder ingresar el cráneo que terminó dentro de la cancha.

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