La confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa Vialidad ha provocado una amplia variedad de reacciones en el ámbito político argentino. El nivel de polarización en torno a la figura de la expresidenta y actual líder del kirchnerismo provocó un cimbronazo en todo el espectro dirigencial.
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la sentencia de ejercer cargos públicos que dictó el Tribunal Federal Oral N.º 2, en la causa en la que se la declaró culpable del desvío de fondos de la obra pública en Santa Cruz a favor de Lázaro Báez. El veredicto fue leído Gustavo Hornos, presidente de la Sala IV de Casación, que integran también Hernán Borinsky y Diego Barroetaveña. El fallo de sentencia contra CFK fue “por unanimidad” y el rechazo de asociación ilícita “por mayoría”.
De esta forma el tribunal convalidó el fallo de primera instancia y denegó la ampliación de la acusación a “asociación ilícita”, tal como impulsó la fiscalía. Cristina Kirchner no estuvo presente en la sala de audiencia y siguió la comunicación desde un acto en el partido bonaerense de Moreno. Debido a este dictamen, la exmandataria solo le queda la apelación a la Corte Suprema de Justicia para evitar que la condena quede firme.
Pero la dirigente peronista no fue la única con el apellido Kirchner que ha sido señalada en la causa Vialidad y se encuentra con vida. El primo del expresidente fallecido Néstor Kirchner, Carlos Santiago Kirchner, se lo investigaba por presuntas irregularidades en la obra pública en la misma causa en la que se condenó a la exvicepresidenta de Alberto Fernández.
Funcionario del Ministerio de Planificación Federal, Carlos Kirchner resultó absuelto por la Justicia en la causa Vialidad, la misma por la que pasó dos años preso en el servicio penitenciario de Ezeiza. Tras las primarias del 2019, a sus 64 años, el santacruceño fue excarcelado un día después que los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa y se convirtió en el octavo exfuncionario kirchnerista liberado tras las PASO.
El derrotero del primo presidencial comenzó en agosto de 2016, cuando quedó implicado en la investigación de Vialidad. En ese momento, la fiscalía había pedido medidas para preservar su patrimonio ante sospechas de corrupción, pero el funcionario vació la caja de seguridad que poseía en el BBVA.
En septiembre del 2017, tras su declaración indagatoria, el primo del ex presidente realizó personalmente una extracción vaciando su caja de ahorro del Banco Nación por 548.595,46 pesos y el de una de su caja de ahorro en dólares por 120.802 pesos.En diciembre de ese mismo año llegaría la detención, secuestrandolé cinco autos, 80 mil dólares y 239 mil pesos que habían quedado guardados en una caja de seguridad del Banco Santa Cruz de Río Gallegos.
por R.N.