domingo, 17 noviembre, 2024

30 años de Venus: la historia del primer canal porno argentino en el que Natacha Jaitt dio sus primeros pasos

El consumo paralelo de la señal Venus, a comienzos de los 2000, desvelaba a periodistas curtidos de la época. Según versiones conspirativas, los de Venus tiraban el anzuelo intencionalmente con un poquito de definición, pero muy poquito, y de inmediato la imagen se diluía entre distorsiones, rayas y manchones que parecían auroras boreales.

Treinta años atrás nacía el canal Venus, un producto de origen nacional como el dulce de leche. La historia dura (ups!) indica que inventamos el colectivo, el magiclick, el sifón y el cine porno: en 1907, en las costas de Quilmes, se filmó El Sátiro. Un libro llamado Cine mudo argentino 1896 a 1932 confirma que la primera película pornográfica se rodó en la Argentina. Según varios especialistas, nuestro país fue algo así como la Meca de los filmes con desnudos, y lo fue más de dos décadas antes que naciera la Coca Sarli.

​Siguiendo la línea fundacional, Venus es un invento criollo, propiedad de Imagen Satelital, empresa enfocada en la distribución y producción de canales desde su sede porteña, que tuvo su crecimiento exponencial en el cable gracias a dos canales clave: Isat y Space.

Cuando Venus apareció a fines de 1994, había una especie de fermento cultural propicio que servía, básicamente -y sin disimulo- para la cosificación de la mujer, tendencia signada por una avalancha de imágenes y narrativas sexuales.

Venus empezó trabajando para el mercado, es decir, para el público heterosexual. Después llegaron los nichos con Apolo, ciclo exclusivo de películas gay, Sólo ellas (lesbianismo) y, entre otras, Cine backdoor: películas cuyo eje es la penetración anal.

Abono Premium. Venus no estaba guardado bajo siete llaves, pero casi. En un comienzo se comportó como una pyme atrevida y supo «competir» con Playboy TV. Arrancó siendo un conglomerado de latas, una tras otra, como novelas turcas en continuado y con más profundidad. El marco de contencion legal era una restricción parecida a la de ahora con el futbol: un cable del cable, un meta cable mejor conocido como codificado.

Venus tenía diferentes ofertas de programación para heterosexuales y gays.

Mujeres espectadoras, Nino Dolce y Natacha Jaitt

Encuestas de entonces publicadas en los medios marcaban que cada vez más mujeres argentinas «y cada vez más del rubro casadas» miraban Venus.

La mediática Natacha Jaitt comenzó su carrera en el mundo del espectáculo en el canal Venus. Foto: Lucía Merle

“Una tendencia que ya asomaba hace una década y hoy se ha hecho irreversible. La timidez que antes existía va dejando paso cada vez más a la curiosidad y la tentación. Para las mujeres ver un canal erótico junto a su marido es, sin lugar a dudas, una manera de saber qué es lo que a él le gusta, lo que más le excita, la manera en que disfruta del sexo. Es una experiencia muy enriquecedora que, una vez dejados de lado los prejuicios, ayuda a mejorar la relación de la pareja”, aseguraba Leo Vieytes, gerente de Programación de Venus, en una entrevista de 2005.

Si sintonizabas el canal 17, de día pasaban Argentinísima Satelital y de noche, Venus. Casi siempre se veía con rayas. Si habías comprado el decodificador en el tren Roca, no sólo podías ver los partidos de fútbol, sino que el aparato permitía acceder a HBO y el canal erótico de moda.

Nino Dolce y Natacha Jaitt (luego figura mediática y muerta en condiciones que hacen pensar en un asesinato) iniciaron sus trayectorias erráticas ahí con un programa llamado Venus al desnudo, envío hot donde, a través del humor y la sexualidad, los conductores prometían cumplir con todas las fantasías de los espectadores.

El logo de Venus, el primer canal argentino de porno.

En febrero de 2000 el canal fue lanzado por primera vez en México mediante el servicio de televisión satelital DirecTV. Eso lo convirtió en el único canal que emitía programación hardcore en ese país.

Cuando el canal cumplió diez años, Venus ya era un emporio en toda latinoamérica. La celebración llegó con una programación especial: las diez sex stars preferidas. Las diez escenas favoritas. Los diez países más calientes (¡Sí, figuramos!). Las diez películas más premiadas. Los diez mejores estrenos que fueron manjar para los abonados.

Las definiciones del canal

El slogan con el que se dio a conocer fue “señal erótica 24 horas». En 2001 se impuso, y por más de una década, “Siempre más de lo que te imaginas”. Después, “10 años en tu cabeza”. En 2012 cambió a “Cine con final feliz” que luego se reemplazó por «Te enciende».

Soll fue una de las conductora del Canal Venus.

«Aumentamos muchísimo la penetración”, supo decirle un directivo a este diario. El gerente de programación, lejos de cualquier indicio de sobriedad, se referería a que en toda latinoamérica se sabía de qué se hablaba cuando alguien decía «Venus». Al principio, en ese 1994/95, se emitían dos películas por día y el canal no era tan temático. Con el paso de los años tuvieron entre 20 y 25 estrenos al mes.

En Venus se podían ver Esposas perversas 2, Enfermeras sexies 3 o una de raro espionaje: Sentido 69. La industria nacional de un cine nunca subsidiado por el INCAA tuvo su explosión gracias a este canal: el estreno de Córdoba al palo, extraña aproximación al género del serrano Christian Sassi, hacía acordar a la base de toda la filmografía XXX del prolífico Víctor Maytland: los mentados cuerpos reales, tan reales que se veían culos con granitos. El realizador cordobés Sassi alguna vez había sido acomodador de cine (porno).

Venus trasgredía, salía del poster y la pose zonza de Playboy TV. Su artillería hardcore llevaba subtitulos en castellano y portugués. La demanda se latinizó al calor de una producción nacional y porno que venía creciendo desde 1991. Venus, en otras palabras, comprendió que los fieles necesitaban cercanía. Además, el panorama económico, devaluación mediante, hacía que fuera más caro comprar materiales cotizados en dólares o en euros que producirlos acá.

Esperanza Gómez, la pornostar colombiana que fue la cara (y el cuerpo) de Venus.

En el mejor momento de su astucia, Maytland se transformaría en el zar indiscutido del porno criollo. Los que entienden de televisión dicen que lo de “pantalla caliente”, que hoy se usa para evaluar el galope del primer time, en realidad es una expresión proveniente de Venus. Secuestro exxxpress (2003) fue la primera película argentina que pasó la señal. Directed by Víctor Maytland. With Sabrina Jimenez, Julieta Caviglia, Mónica Hole, Fabiana Neri, decían los títulos.

En 2015, cuando Boca vapuleó a River en el segundo y último Superclásico de verano 5 a 0, las cargadas no tardaron en aparecer y hasta Venus intervino con un posteo en redes: COMUNICADO OFICIAL: Venus no pasará la repetición del super clásico del Sábado. La Gerencia. Tuit del año.

El canal celebró sus 20 años en 2014 con la incorporación de la porno star colombiana Esperanza Gómez. Ella era la pulposísima imagen de la marca.

El director Víctor Maytland, pionero del porno argentino. Foto: Fernando de la Orden

Hablar de Venus nunca más fue hablar del planeta. Hoy el canal está en algunos hots packs y existe el Venus online gratis, donde uno de los medios más antiguos del cine porno demuestra más vigencia que otra cosa. Algunos títulos vigentes son Las milfs son maestras anales, Cogete a mi esposa por favor y -todavía en cartelera- Una perra con cara de ángel.

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