En la actualidad, la freidora de aire, más conocida por su nombre en inglés, air fryer, es un elemento que es muy utilizado por las familias estadounidenses y de todo el mundo debido a que puede cocinar alimentos de manera uniforme sin el agregado de grasas ni aceites. Sin embargo, al cocinar a altas temperaturas, este aparato puede formar de manera natural en alimentos ricos en almidón una sustancia química cancerígena llamada acrilamida.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esta sustancia también puede provocar efectos negativos graves tanto en la salud neurológica como en la reproductiva. La acrilamida se puede formar a partir de la cocción de papas, cereales, arroz, pasta, legumbres, entre otros.
Los expertos indican que para reducir la presencia de esta sustancia en los alimentos se deberá cocinar a temperaturas más bajas o por periodos más cortos de tiempo. De todas formas, también se recomienda seguir las instrucciones del fabricante, ya que estás fueron anteriormente reguladas por una entidad de salud.
La OCU elaboró una serie de consejos para reducir la exposición a la sustancia cancerígena llamada acrilamida:
La freidora de aire utiliza aire caliente a altas velocidades para cocinar los alimentos, lo que permite dejar de lado las grasas, el aceite y la mantequilla de lado al momento de realizar preparaciones. Este sistema hace que la comida se cocine uniformemente y adquiera una crujiente textura, muy parecida a la que se consigue con una freidora tradicional.
Según semana.com, este electrodoméstico ganó mucha popularidad durante la última década debido a que es un sustituto ideal las freidoras de aceite, cuya cocción produce grasas trans. Por otro lado, una de las principales características de las freidoras de aire es que reducen drásticamente el riesgo de que se provoquen incendios y salpicaduras de aceite.