Con Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Mayra Mendoza en primera fila, Cristina Kirchner subió al escenario con saco y pantalón rojos. La esperaban cuatro de sus cinco vices en el PJ. La recibieron con aplausos y con expectativa por lo que iba a venir en la asunción como presidenta del Partido Justicialista: las críticas a Milei, la interna del peronismo y el reclamo abierto a la CGT. La recepción también tuvo música dedicada al Presidente. Y un baile.
«Se compró mi perfume para ponerse mi olor / Y su mayor fantasía es un día ser yo / Si preguntan por mi video, dice que no lo vio / Y se pone ‘Disciplina’ para entrar en calor». La voz que salía por los parlantes era la de Lali Espósito, con su canción «Fanático».
Es el tema que la cantante y actriz sacó en septiembre pasado, como respuesta a los dardos que Milei comparte en sus redes sociales contra ella misma. La poesía y el videoclip están llenos de referencias a Milei.
Los musicalizadores del kirchnerismo ya habían recurrido a él hace un mes, en el Encuentro Nacional de Salud en Rosario. Esta vez, a Cristina le vino como anillo al dedo.
La ahora presidenta del Partido Justicialista celebró su asunción con un baile, movimiento de cadera, manos agitadas al aire y los índices al cielo.
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Tras los polémicos entredichos que mantuvieron a comienzos de 2024, la cantante estrenó canción que tendría alusiones al Presidente de la Nación.
El frenesí fue aplacado por el Himno. Y por el pedido de un cerrado aplauso en memoria de Héctor Recalde, el histórico abogado de la CGT que falleció el lunes. Abajo, en la segunda línea de la platea, estaba su hijo, Mariano, ex presidente de Aerolíneas Argentinas y actual senador nacional.
Después llegó el aluvión de definiciones políticas. Hubo un extenso pasaje en el que tuvo a Milei entre ceja y ceja, con menciones a Mauricio Macri y a Luis Caputo. A la CGT, no invitada al acto en Balvanera, le reclamó un paro. Y sobre Axel Kicillof se concentró cerca del final: le marcó l a cancha, lo llamó «peronista tardío» y lo calificó de «militante electoral», por la interna rumbo a las listas para las elecciones 2025.
Entre las numerosas definiciones hubo momentos y frases de color, tan provocativas como las de política dura.
Milei y el cholulismo por Elon Musk
Cuando cuestionaba los anuncios que el Presidente hizo el martes por cadena nacional, Cristina Kirchner sacó a colación la relación estrecha entre el libertario y el magnate sudafricano, flamante asesor del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Habló de «cholulismo«. Y siguió con una valoración del empresario de Tesla: «Milei está fascinado con Elon Musk porque tiene X, pero Elon Musk es un industrial norteamericano con tecnología de punta y tiene un proyecto industrial, exactamente todo lo que él [por Milei] reniega».
«Peronistas tardíos»: el dardo a Kicillof y el rescate emotivo de su abuelo
«A los dirigentes de nuestro partido a veces los veo convertidos solamente en militantes electorales», arremetió contra el gobernador bonaerense, sin dar nombre y apellido. Lo llamó «peronista tardío», por aquellos militantes que se sumaron al movimiento en los setenta y que llegaban sin experiencia en el partido y con antecedentes familiares antiperonistas.
Lo contrapuso con el caso de su abuelo. «Mi abuelito, al que yo adoraba porque sentía como mi padre, era un peronista de libreta escondida entre la ropa. Se murió diciendo ‘Perón va a volver’. Yo era chiquita, le decía ‘Estás loco, abuelo’. Se murió. Y al año, año y medio, volvió Perón», describió la figura querida que rescató del pasado para contraponerlo con esos «peronistas tardíos» a los que vinculó con Kicillof.
La foto de Milei con Rocky y la comparación con Máximo Kirchner
Ya sobre el final de su discurso, a modo de despedida, Cristina Kirchner recordó la foto que el Presidente se sacó con Sylvester Stallone en un acto de Donald Trump en los Estados Unidos.
«Este hombre no entiende el mundo que viene. Está en Disney, en un cumpleaños«, indicó la expresidenta.
Luego introdujo la comparación con su hijo. «Me hace acordar a cuando Máximo era chico y veía Rocky. Pero Máximo era chico y miraba Rocky», comenzó.
«Máximo veía Rocky cuando tenía 4 o 5 años. A este [Milei] lo veía presidente de la Nación y lo miraba a Rocky como cuando Máximo era chico. Y decía ‘No puede ser’. No nos merecemos esto los argentinos. Tenemos que trabajar para merecernos algo mejor», enganchó el paralelismo con las palabras del adiós.