martes, 24 diciembre, 2024

Cuáles son las transformaciones que llegarán a las ciudades en 2025 y cómo impactarán en la Argentina

Frente a los rápidos avances de la tecnología y su inminente adopción en entornos urbanos, los impactos del cambio climático con un panorama poco alentador y un creciente proceso de urbanización que se marca aún más en América Latina y el Caribe, donde se espera que hacia 2050 más del 85% de los latinoamericanos vivan en ciudades, la agenda smart city se torna un punto prioritario de la gestión local en la búsqueda de las ciudades por migrar de una gestión tradicional a una inteligente capaz de aggiornarse a la agenda global.

En esa línea, hay diez tendencias que pisan fuerte y marcan lo que será la evolución de las Smart Cities de cara al 2025, con foco en las personas, lo digital y las nuevas formas de movilidad que aparecen en el panorama.

Las 10 tendencias que marcarán la evolución de las Smart Cities en el próximo año:

El enfoque smart city más que nunca acentúa su foco en las personas y en aplicar la inteligencia urbana para tomar mejores decisiones que contribuyan a vivir mejor en ciudades. En este sentido, se espera que en el transcurso del año la ONU presente las Directrices Internacionales sobre Ciudades Inteligentes Centradas en las Personas en las cuales está trabajando un grupo de expertos a pedido de los 192 Estados que componen este organismo.

En este sentido es que el término se viene reconfigurando entendiendo que la ‘inteligencia’ de una ciudad reside en su capacidad para adaptarse a las necesidades de todos sus habitantes y las nuevas demandas del siglo XXI. Esto incluye pensar en la intersección entre lo que sucede en el mundo físico y los ecosistemas digitales, lo que configura una especie de ‘ciudad híbrida’ y cómo complementar ambos para una mejor experiencia ciudadana.

Así, usar los datos disponibles de aquello que sucede en las ciudad física cruzándolos con los datos de las interacciones digitales permite que las ciudades diseñen para el hoy, pero preparadas para el futuro, pudiendo personalizar mejor sus servicios.

El mayor desafío que enfrentan las ciudades es, sin dudas, el cambio climático. Crear infraestructuras resilientes, diseñar soluciones basadas en la naturaleza, hacer retrofit de edificios y regenerar espacios urbanos, promover una economía circular, gestionar eficientemente recursos, generar energías limpias, incentivar una movilidad baja en carbono, descarbonizar las industrias, promover usos más eficientes del suelo y crear nuevas arquitecturas para que todo esto sea económicamente viable hace parte de una agenda que se intensifica cada vez más en el ámbito de las ciudades.

El mayor desafío que enfrentan las ciudades es, sin dudas, el cambio climático Lamda

A 10 años del Acuerdo de París, el 2025 será clave. El multilateralismo sigue siendo la herramienta más importante para abordar la crisis climática, por lo que se espera que la COP30 se realizará en Belén se redoblen esfuerzos para alcanzar los objetivos de financiamiento climático. La Declaración del World Urban Forum —celebrado en noviembre en El Cairo— reconoció que la acción local es esencial para lograr el desarrollo sostenible y que es urgente desbloquear el financiamiento para cumplir las necesidades del desarrollo urbano sostenible.

La tecnología permite una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones. Plataformas digitales, aplicaciones móviles y datos abiertos se consolidan como facilitadores de la comunicación bidireccional y la creación de ciudades más activas y propositivas, por lo que la digitalización en los municipios se torna un imperativo en la construcción de ciudades más ágiles y eficientes. De esta forma, se espera que los gobiernos locales intensifiquen y avancen en esta agenda hacia la integración de nuevos servicios, frente a una ciudadanía que cada vez más exige servicios digitales y sin burocracia.

En este sentido, cabe destacar la llegada a la Argentina de Cívica Digital, que luego de consolidarse como líder en la digitalización gubernamental en México, arriba al país por medio de una inversión del Fondo Córdoba Ciudad Inteligente, habilitando un proyecto piloto para digitalizar trámites de alto impacto ciudadano utilizando Urbem.

La iniciativa permitirá a la Ciudad de Córdoba dar un salto en la gestión de servicios públicos, ofreciendo procesos más ágiles, transparentes y accesibles para ciudadanía y empresas. “Con el objetivo de optimizar la experiencia ciudadana, el proyecto busca transformar la interacción de los habitantes con la administración pública, facilitando el acceso a trámites digitales, reduciendo tiempos de espera y simplificando procesos administrativos tradicionalmente complejos. Este proyecto se alinea con las demandas actuales de digitalización y la legislación vigente, constituyéndose como un modelo replicable para otras ciudades de la Argentina y Latinoamérica que aspiran a optimizar su transformación digital con soluciones tecnológicas de vanguardia”, explica Juan Pablo Escobar, CEO de la startup.

Los edificios inteligentes, con sistemas de automatización y control energético, serán clave para reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 en las ciudades. Se espera un mayor fomento e incentivos para promover edificios con techos verdes, huertas verticales, paneles solares, y diferentes herramientas de autogeneración de energía y control de esta.

Una construcción alineada a tendencias sobre movilidad, materiales sostenibles, nuevas formas de cohabitar, preferencias de nuevas generaciones, así como a los objetivos de desarrollo sostenible y estándares internacionales.

El edificio inteligente de Schneider Electric en París

Se prevé una mayor adopción de herramientas como BIM y gemelos digitales urbanos para una mejor planificación, tanto a escala urbana como de edificios e infraestructura, que permita hacer simulaciones, predicciones y testeos. Siendo la urbanización una megatendencia irreversible, construir mejor se torna el nuevo imperativo.

Se avanza en la integración tecnológica, permitiendo tener una gestión integral de diferentes fuentes que generan datos. De esta forma, la ciudad puede orquestar desde su sistema de seguridad, sistema de emergencia, pasando por la movilidad hasta la recolección de residuos. Todo desde un solo lugar integrando y cruzando datos provenientes de videocámaras, sensores y dispositivos conectados.

Así, se migra de los tradicionales centros de monitoreo a los centros de operación integral de los servicios ciudadanos. La videovigilancia inteligente, la analítica predictiva y los sistemas de respuesta a emergencias basados en IA vienen mejorando la seguridad ciudadana, permitiendo una respuesta más rápida y eficiente ante incidentes. Todo ello pasa a un siguiente nivel con la integración de datos de otros servicios ciudadanos. El “hipervisor urbano” de Curitiba es un buen ejemplo de esta tendencia que ya asoma.

La videovigilancia inteligente, la analítica predictiva y los sistemas de respuesta a emergencias basados en IA vienen mejorando la seguridad ciudadana, permitiendo una respuesta más rápida y eficiente ante incidentes (imagen ilustrativa)Shutterstock

De esta forma vemos cómo la inteligencia urbana -artificial y humana- serán la columna vertebral de las Smart Cities, permitiendo la interconexión de dispositivos, sensores y sistemas, junto con ese conocimiento colectivo y proveniente de la comunidad para una gestión urbana más eficiente.

En medio de una abrumadora cantidad de información poner el foco en la salud de las personas se convierte en una prioridad. A la par de la necesaria alfabetización e inclusión digital, las ciudades comienzan a atender el bienestar digital de las personas, procurando un sano balance del uso de tecnologías en términos de salud física y mental. Programas que fomentan las conexiones interpersonales y presenciales hasta programas de atención a adicciones o problemas de ansiedad, depresión, estrés, tecnofilia, nomofobia y ludopatía, entre otros, comienzan a ser atendidas.

Del mismo modo, la telemedicina, el análisis de datos de salud pública y las aplicaciones móviles de atención médica personalizada serán esenciales para mejorar la salud y el bienestar de la ciudadanía. En fin, tecnologías al servicio del bienestar de las personas.

Desde el multilateralismo hasta la cooperación city-to-city todo indica que la colaboración es la clave para generar ecosistemas que potencien el desarrollo de ciudades inteligentes donde todos los actores -sector público, privado, tercer sector, academia, organismos multilaterales y la sociedad civil- se unan para una visión de ciudad en común y para un trabajo en sinergia cooperado.

En el desarrollo del ecosistema smart city de Latam, las startups ganarán protagonismo. Regiones como Asia, Europa y América del Norte tienen hoy día una industria smart city definida y consolidada. Ese movimiento se aproxima en nuestra región a medida que se desbloquean compras públicas de innovación y los gobiernos requieren innovación optando por empresas de SaaS (Software as a Service).

Consiguientemente, se espera que comience a estructurar un ecosistema emprendedor UrbanTech con soluciones de base tecnológica para ciudades o con impacto en el mundo urbano. Mapear este ecosistema para poder hacer un matchmaking de oferta y demanda es lo que se viene para potenciar esta industria en Latam.

Cabe destacar que se prevé que el tamaño del mercado de las ciudades inteligentes aumente en US$345.800 millones a una tasa compuesta anual del 24,81% entre 2023 y 2028. Su desarrollo no solo beneficia la eficiencia de las ciudades con su consecuente mejora en la calidad de vida sino que también trae consigo nuevos modelos de negocio, nuevas oportunidades laborales y con ello más crecimiento y desarrollo económico.

Ya no basta con la promoción de un logo de la ciudad en ferias de turismo, el posicionamiento internacional de las ciudades se consolida a partir de sus estrategias para tornarse más competitivas y atractivas en el mapa global. Para ello, posicionarse como una ciudad inteligente y sostenible se presenta como una excelente carta de presentación ante el mundo.

Acaso, ¿quién no querría invertir, vivir, trabajar, llevar un gran evento internacional a una smart city? Ciudades como Londres, Amsterdam, Seúl, Curitiba, Bogotá, Santiago y Milán, entre otras, vienen explorando muy bien su marketing de ciudad basado en una estrategia smart city.

A medida que las ciudades se vuelven más conectadas, la ciberseguridad se vuelve crucial. Las estrategias de protección de datos y la prevención de ciberataques serán fundamentales para garantizar servicios ciudadanos seguros y la confianza ciudadana.

Junto con la anhelada interoperabilidad de sistemas y tecnologías, focalizar en el desarrollo ético, responsable y cuidado del uso de datos urbanos se posiciona como prioritario.

El año 2025 se presenta como un punto de inflexión en la movilidad urbana, impulsado por la creciente necesidad de ciudades más sostenibles y habitables. La micromovilidad eléctrica, con patinetes, bicicletas y vehículos compartidos, se consolida como alternativa real para trayectos cortos, redefiniendo el paisaje urbano.

En los últimos años las principales ciudades del mundo se poblaron de monopatines eléctricos, como una alternativa a las caminatas y a la bicicleta, ideales para distancias cortasShutterstock

Los modelos MaaS (Movilidad como Servicio) ganan terreno, ofreciendo plataformas integradas que combinan diferentes opciones de transporte público y privado, simplificando la planificación de viajes y optimizando los recursos. Sistemas bajos en carbono y un fomento a sistemas de transporte público se vuelven centrales en la promoción de una movilidad más sostenible.

Al mismo tiempo, la movilidad autónoma continúa su avance, con flotas de vehículos compartidos y robotaxis que empiezan a operar en entornos controlados – o sandbox-. Esta revolución en la movilidad viene acompañada de una mayor digitalización, con ciudades inteligentes que utilizan datos en tiempo real para gestionar el tráfico de forma más eficiente, reducir la congestión y mejorar la seguridad vial.

Así la movilidad urbana en 2025 se orienta hacia un ecosistema más sostenible, eficiente, seguro e inteligente, donde el peatón se posiciona como eje central y se promueve una convivencia armoniosa entre los diferentes actores viales.

En definitiva, en 2025 se acentúa el enfoque smart city en diferentes escalas; tanto en proyectos gubernamentales como de iniciativa privada. más sostenibles, resilientes, inclusivas y centradas en el ciudadano, impulsadas por la tecnología y la innovación.

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