La suba del salario mínimo definida por decreto ante la falta de acuerdo entre trabajadores y empresarios, hizo que el Gobierno celebre mientras los centros de estudios alertan que esa variable clave cayó a su nivel más bajo de las últimas décadas.
Según el vocero presidencial Manuel Adorni, medido en dólares, el piso salarial para trabajadores registrados está en su nivel más alto de los últimos cinco años.
Igual, en medio de los cambios de cotización que tuvo la divisa en las últimas semanas, expertos advierten que ese no es un comparativo relevante.
Cifras de un centro de estudios laborales advierten que, en términos de poder de compra, el salario mínimo cayó a su nivel más bajo de las últimas décadas.
Sube el salario mínimo: los festejos del Gobierno de Javier Milei
El salario mínimo, vital y móvil era de $270.000, valor vigente desde octubre, ya que en noviembre no se aplicaron aumentos.
Desde este mes, el salario mínimo subió a $279.718 (3,6% de suba) para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo. A partir del 1 de enero, será de $268.711; en febrero pasará a $292.446; y, por último, en marzo será de $296.832 (9,9%).
En el Consejo del Salario, mientras tanto, las dos centrales sindicales reclamaban que se fijara en $572.000.
Adorni destacó que «siempre tomando la misma fecha, como para que valga la comparativa, en 2019 el salario mínimo era de $16.875, lo que equivalía a u$s210; en el 2020 de u$s125, en 2021 de u$s157, en 2022 de u$s179, en 2023 de u$s156 y en 2024 de u$s231″.
El vocero defendió lo decidido por el Gobierno y dijo que es «razonable cuando no se ponen de acuerdo y cuando nos toca laudar». Y dijo que esperan que «cuando Argentina sea completamente normal conceptualmente, el salario mínimo deje de existir en serio«.
La contracara: este salario mínimo es «el más bajo en dos décadas», según analista
Para el investigador de la CTA Luis Campos, el valor real, descontada inflación, del salario mínimo fijado por el Gobierno es «el más bajo en dos décadas«. Explicó que «cayó 17,8% contra diciembre de 2023 y 39% contra fines de 2019″.
«El aumento decidido unilateralmente por el Gobierno es del 0% en noviembre, 3% en diciembre, 2,5% en enero, 2% en febrero y 1,5% en marzo», señaló.
Campos alertó que «la destrucción del salario mínimo implica quitarles el piso a los salarios de los trabajadores de menores ingresos. En los ’90, el salario mínimo equivalía al 25% del sueldo promedio del sector privado registrado. En 2009 era del 45%. Hoy no llega al 20%».
Alertó también que «en un año donde la dispersión salarial fue la regla, con actividades que lograron incluso ganarle a la inflación y otras que perdieron feo, usar al salario mínimo como variable de ajuste es una muy mala noticia. Una invitación al sálvese quien pueda».
En la reunión entre empresarios y sindicalistas, la CGT y las dos vertientes de la CTA exigieron un aumento de más de 100 por ciento del salario básico. Pidieron que se eleve de 270.000 a 572.000 pesos. La propuesta de los empresarios, sobre todo la de la Unión Industrial, en cambio, fue llevarlo a $278.000 en diciembre; a $284.000, en enero, a $290.000 en febrero, y $295.000 en marzo.
Frente a estas posturas, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, elevó el tema al Poder Ejecutivo y fue Milei el que dispuso la suba, que se conoció en el Boletín Oficial. El aumento que otorgó el Gobierno va en línea a lo solicitado por Daniel Funes de Rioja, el titular de la Unión Industrial Argentina.
Los beneficios estatales que suben con el aumento del salario mínimo
Los jubilados que se hayan retirado sin moratoria, es decir, que no cumplan con los 30 años de aportes correspondientes, tendrán derecho a cobrar el 82% del Salario Mínimo Vital y Móvil.
El Salario Mínimo determina los montos que se acreditarán para la Prestación por Desempleo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
Dado que, según lo detallado en la resolución, «en ningún caso la prestación mensual podrá ser inferior al cincuenta por ciento (50%) del Salario Mínimo Vital y Móvil vigente, ni superior al cien por ciento (100%) del Salario Mínimo Vital y Móvil vigente».
Además, en el artículo 2 especifican que el monto que cobrarán los trabajadores que fueron despedidos sin justa causa «será equivalente a un 75% del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual del trabajador en los seis meses anteriores al cese del contrato de trabajo».
En el caso de las Becas Progresar de la Secretaría de Educación, con un salario mínimo $279.718, el techo se elevó a $839.154.
Los reclamos de los gremios frente a este nuevo sueldo decretado por el Gobierno
En tanto, el secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, alertó que «impuesto por decreto, el salario mínimo se tornó inservible en la Argentina«.
Dijo que «en un año el Gobierno destruyó el salario mínimo en el país. El mismo ya resulta inútil para cumplir con las finalidades para las cuales había sido creado. Es evidente la subordinación del Poder Ejecutivo al sector empresario. Las discusiones democráticas quedaron atrás. Hoy se impone sin debate y por decreto un monto que ni siquiera sirve como un piso mínimo de dignidad para los trabajadores de los más de 2.200 municipios del país».
En esta línea, Aguiar aseguró que «este ingreso hoy apenas es un cuarto del que debiera ser» e indicó que «se necesitan cuatro montos similares para alcanzar la línea de pobreza», que es de $1.001.466 según el INDEC.
«Tenemos que aceptar que el derecho a una retribución justa fue fulminado. La idea de que el salario nos debiera alcanzar para garantizar una vivienda digna, alimentación adecuada, vestimenta, salud, educación, previsión social, ahorro, vacaciones y esparcimiento es una fantasía. Con este nuevo mínimo, apenas podremos cubrir una de esas prestaciones que en algún momento garantizaba la ley», dijo Aguiar.
En este escenario, a partir de enero será necesario tener la Certificación Negativa de ANSES para todos los jubilados, pensionados y personas que deseen acceder a nuevos beneficios o prestaciones.
Este documento verifica que el solicitante cumple con las condiciones necesarias para recibir los beneficios solicitados.
La certificación negativa permite verificar que quien solicita el beneficio:
- No está registrada como trabajador bajo relación de dependencia.
- No realiza aportes como autónomo, monotributista o empleada doméstica.
- No percibe beneficios como:
- Asignación Universal por Hijo (AUH).
- Asignación por Embarazo (AUE).
- Otras asignaciones familiares.
- Programas sociales (Progresar, Prestación por Desempleo, etc.).
- No cobra prestaciones previsionales activas.
- No está registrado en el régimen de Monotributo social.
- No tiene otra obra social vinculada a su situación laboral.
Este documento tiene una validez de 30 días corridos, por lo que debe renovarse en caso de que se necesite para trámites posteriores.