Fue una de las grandes promesas de Boca, pero su vida dio un giro inesperado.
En el fútbol argentino, las oportunidades en clubes de la magnitud de Boca o River son limitadas y, en muchos casos, casi inexistentes. Para los jugadores es crucial estar preparados para aprovechar cualquier oportunidad que surja, ya que la exigencia es alta y la paciencia se esfuma rápido.
Sebastián D’Angelo tuvo un paso fugaz por Boca, no pudo afianzarse en el primer equipo y, tras varios intentos en otros clubes, decidió dar un giro inesperado en su vida profesional. Hoy, alejado del fútbol, encontró su camino en el mundo de la gastronomía en Estados Unidos, donde tiene su propio restaurante.
La historia de Sebastián D’Angelo
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D’Angelo llegó a los 15 años a Boca.
D’Angelo comenzó su carrera en Boca a los 15 años, proveniente de Bariloche. A lo largo de su estadía en el club, fue progresando como arquero, hasta que, con 23 años, debutó contra All Boys, debido a una lesión de Oscar Ustari.
A pesar de algunos buenos momentos, como una destacada participación en la Copa Argentina 2012, no logró afianzarse como el arquero principal y tuvo que salir en busca de minutos en otros equipos del ámbito local.
Su falta de continuidad en el «Xeneize» lo llevó a cambiar de club constantemente. Pasó por Tigre y otros equipos, hasta que en 2021 decidió retirarse del fútbol profesional en Cruz del Sur, su club natal.
Tras el retiro, D’Angelo se trasladó a Estados Unidos, donde jugó en el Miami United, un equipo semiprofesional, mientras comenzaba un negocio gastronómico centrado en la distribución de productos para la salud y el bienestar.
El cambio de rumbo fue positivo para el exarquero. Tras no consolidarse en el fútbol, encontró una nueva pasión en la gastronomía, obteniendo estabilidad y tranquilidad.
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