El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la Argentina trajo elogios y advertencias para el gobierno de Javier Milei. El economista Orlando Ferreres analizó en Canal E el impacto de las metas revisadas, el nuevo desembolso y la proyección de crecimiento, señalando que “perdonaron el no cumplimiento de las reservas” y que el desembolso de los 2.000 millones de dólares es “lo más importante para el gobierno” en este contexto.
Ferreres explicó que el FMI “acepta que haya una reserva negativa, pero mucho más baja, y posteriormente una reserva neta positiva del Banco Central”. El organismo “acentúa su aceptación del gobierno”, pero también eleva las exigencias: “Nos piden mayor superávit, porque los intereses han aumentado, y en consecuencia hay que tener un superávit primario mayor para poder tener un equilibrio del total de las cuentas, el superávit financiero, que incluye el pago de intereses”.
Inflación y actividad: moderado optimismo, pero con cautela
La suba de tasas y la presión cambiaria tienen efectos directos en la economía real. Ferreres prevé una desaceleración del crecimiento: “En vez de 5,5, como tiene previsto el fondo, nosotros calculamos 4,7 o puede ser algo menos”. El alza de tasas, para Ferreres, “no solo es un tema que afecta a los créditos, sino también a la actividad económica que va a ser un poco menos alta que lo que estaba previsto antes”.
En cuanto a la inflación, proyecta una tasa mensual de “1,8% para julio”, aunque “para agosto puede dar mayor al 2%, porque algunas listas habían aumentado en los supermercados que pueden ser 4 o 5%, con lo cual daría algo más de 2% el índice de inflación”.
Ferreres también anticipa cambios en la medición del costo de vida: “El índice va a cambiar hacia fin de año agregando más servicios, no solo el que se haga sin agua, sino otros como el Netflix o Amazon, etcétera, que se usan bastante por el consumidor argentino”.
Dólar: ¿estabilidad o nuevas presiones?
El dólar y su impacto en los precios sigue bajo la lupa. Ferreres consideró que tras la suba del 14% en julio, “se va a mantener en los niveles actuales. No va a aumentar ni va a disminuir”. Señaló que “ya hubo un cambio de precios del dólar relativo al dólar real, que está un poco más arriba, y eso va a tener que tener sus consecuencias en materia de inflación y crecimiento, pero que no van a ser muy grandes”.
Sobre los dichos oficiales de que el traslado a precios sería casi nulo, Ferreres fue cauto: “No exactamente, yo pienso que algún traslado a los precios va a tener… van a dar un impacto entre el 2 y el 3% en materia de precios consumidores. Yo creo que eso lo van a tener que aceptar y ver para el mes de agosto”.
Combustibles y logística: inevitable impacto
La suba del dólar también tendrá efectos en los combustibles. Ferreres afirmó: “Por supuesto que el precio de la nafta debería incrementarse, y otros combustibles también, de manera tal que todo tiende a que tengamos un aumento en la variación mensual de los precios del consumidor”. Sin embargo, considera que estos incrementos “no causan un impacto muy grande en las elecciones de octubre”.
Perspectivas 2024-2026: crecimiento, pero menor al previsto
Respecto al PBI, Ferreres resumió: “Para la proyección de tu consultora, la economía ya no va a crecer 5,5 sino va a crecer 4,7, es decir, casi un punto menos del PBI a raíz del nuevo esquema que plantea esta suba de tasas”. Incluso advierte que “puede ser inclusive algo menos, estamos haciendo los recálculos, pero ya nos dio 4,7”. Para 2026, estima un crecimiento “de 3,5% de aumento del producto”.
Ferreres concluyó que el gobierno “va a salir airoso frente a estos cambios”, aunque advierte que la recuperación será “muy modelada” y que los desafíos en inflación y tipo de cambio persistirán.