Freddy Villarreal sorprendió con su testimonio en el ciclo Otro día perdido de Mario Pergolini (eltrece), donde dejó de lado el humor para hablar de su presente: la disciplina que incorporó en el gimnasio y el radical cambio físico que le trajo como resultado.
“Lo tomo como un jarabe, es horrible, pero sé que hace bien”, confesó sobre su vínculo con el entrenamiento. Aunque admite que le cuesta ir, sostuvo que ya lo incorporó como parte de su vida cotidiana. Incluso reveló que comparte imágenes en sus redes como forma de agradecimiento.
El actor aseguró que no busca un físico marcado ni competir con nadie, sino cuidar su salud: “No voy al gimnasio para hacerme un fortachón, lo primero que desarrollé fue la envidia, porque no podía creer la gente inflada. Pero yo no voy por eso”.
Freddy reconoció que en su caso es aún más difícil ganar masa muscular porque “a la gente grande le cuesta más”. Con ironía, también se rió de sí mismo: “Me parece que sí me gusta Instagram, pero tampoco le doy tanta bola. Aunque sí, me gusta”.
En la entrevista, Villarreal recordó episodios duros que lo marcaron y que lo impulsaron a prestarle más atención a su cuerpo. Entre ellos, un tumor en el intestino que lo obligó a someterse a largos tratamientos y un cuadro de Covid antes de la pandemia.
“Empecé a cuidarme más el cuerpo después de eso, pero cualquier cosa, lo que sea, con tal de estar mejor”, contó. También rememoró un insólito momento durante una cámara oculta en la que casi pierde la vida: “En una me pusieron una pistola en la cabeza. Sentí el frío del hierro y después me gatillaron… Fue una estupidez total, pero me pudo haber costado la vida”.
Lejos de las polémicas y los escándalos, Freddy transita una etapa marcada por el bienestar y el esfuerzo diario. Su cambio físico no solo generó comentarios en las redes, sino que también se convirtió en inspiración para quienes atraviesan situaciones similares.